Valladolid

Decenas de seminaristas ponen el acento en lo humano en su encuentro vallisoletano

El cardenal Ricardo Blázquez clausura esta convivencia llamándolos a ser reflejo de la Misericordia de Dios en los demás

Seminaristas, presbíteros y familias siguen la Eucaristía en la Basílica Nacional de la Gran Promesa
Seminaristas, presbíteros y familias siguen la Eucaristía en la Basílica Nacional de la Gran Promesalarazon

El cardenal Ricardo Blázquez clausura esta convivencia llamándolos a ser reflejo de la Misericordia de Dios en los demás.

La Eucaristía que oficiaba ayer el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez , en la Basílica Nacional de la Gran Promesa de la capital del Pisuerga, ponía el punto y final a cuatros intensos días de trabajo y convivencia que han llevado a cabo sesenta y dos seminaristas mayores de la Región del Duero y doce formadores, en un encuentro donde se ha hablado y mucho de vida familiar y matrimonial, también sacerdotal, pero también y sobre todo de lo humano.

Una cita, la primera de las dos que los seminaristas mayores celebran cada año -la primera al inicio del curso y la siguiente en primavera-, en la que se ha puesto el acento también en la dimensión pastoral, la intelectual y la espiritual, según apuntan fuentes del arzobispado vallisoletano.

Durante estos cuatro días, los seminaristas han profundizado su conocimiento acerca de la exhortación apostólica «Amoris Laetitia», del Papa Francisco, en la que el Santo Padre da una serie de pautas o consejos básicos a las familias del siglo actual, como tener gestos de preocupación por el otro y demostraciones de afecto; acompañar a los novios en el camino del sacramento y en los primeros años de vida matrimonial; aprender a superar las crisis para ser felices de nuevo porque el amor supera todas las barreras; compartir las tareas domésticas o que los hijos son un maravilloso don de Dios, una alegría para los padres y para la Iglesia, a través de los cuales el Señor renueva el mundo.

Pero además de la actividad puramente formativa, los participantes de este encuentro (procedentes de Ciudad Rodrigo, Zamora, Ávila, Segovia, Salamanca, Palencia y Burgos) han tenido también tiempo para el ocio y el disfrute y han visitado la exposición de arte sacro de Las Edades del Hombre que se está celebrando en la localidad zamorana de Toro, además de recorrer la ruta del Padre Hoyos por los municipios vallisoletanos de Torrelobatón y Medina del Campo.

El encuentro finalizaba ayer domingo con la Misa del presidente de los obispos españoles, en la que llamaba a todos, en general, y a los seminaristas y presbíteros, en particular, a que se dejen enseñar por Dios a ser más compasivos y a ser reflejos de la Misericordia del Señor en los demás. Blázquez pedía también a los seminaristas a que hagan suyos los mensajes que se trasladan en las parábolas de San Pablo sobre la misericordia y den gracias al Señor por su vocación «porque recogen enseñanzas con profundos sentimientos humanos y muy ricas para las relaciones con las personas». Entre ellas, destacaba la parábola del Hijo Pródigo y del amor del padre hacia sus dos hijos, el extraviado que regresa herido y el mayor, que se cree intachable y se enfrenta a su padre, para recordar que la Misericordia «hace familia y hace comunidad», y advertir de que «si nos creemos intachables, romperemos la comunidad y la familia». Finalmente, el arzobispo de Valladolid animaba a los seminaristas a profundizar en su relación y hacia un llamamiento también a la comunidad religiosa a trabajar por las vocaciones sacerdotales.