Benedicto XVI
La renuncia del Papa sorprende a los obispos, que destacan su valía
Las diócesis ponen de relieve su vínculo con España y su nivel intelectual
Sorpresa e incredulidad, pero también comprensión en las once Diócesis de Castilla y León, al conocerse en la mañana de ayer la renuncia del Papa de continuar con su ministerio por problemas físicos. Un asombro inicial que dejaba paso rápidamente a la admiración de todos por su grandeza como Papa ante un hecho poco habitual en la historia de la Iglesia, así como su honradez, humildad y valentía por reconocer su incapacidad de poder seguir llevando a cabo la misión que Dios le rencomendaba hace ocho años.
«Si ha tomado esta decisión es porque él se ha visto en necesidad ante Dios y ante la Iglesia», destacaba el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, mientras pedía a los fieles que recen intensamente estos días por Benedicto XVI y por la Iglesia.
Para el prelado de la Diócesis de Salamanca, Carlos López, la renuncia del Papa no es otra cosa que su último gesto de cooperación a la verdad mientras que el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, aseguraba que este gesto del Papa «demuestra que en él no hay ni un atisbo de poder», y destacaba de Benedicto XVI su legado y sus numerosas aportaciones al pensamiento. «Tiene una mente privilegiada y es un pensador extraordinario», decía.
Honrosa decisión
Desde León, el vicario Episcopal de Relaciones Públicas de la Diócesis leonesa, Antonio Trobajo, insistía en que la decisión que ha tomado le honra porque reconoce sus limitacones para poder hacer frente a lo que pide hoy en día una sociedad «que avanza muy deprisa».
De la misma forma, el sacerdote burgalés, Vicente Pecharromán Tristán, natural de Aranda del Duero y perteneciente a la congregación de San Antonio María Clare, señalaba que, «el mismo Papa ha manifestado en otras ocasiones la oportunidad, incluso obligación, de dimitir si llegaba el momento de que su salud no le permitiera atender debidamente sus funciones y éste es el caso». El obispo de Palencia, Esteban Escudero, calificaba el ejercicio ministerial de Benedicto XVI durante estos ochos años de «espléndido» y explicaba que sus enseñanzas, a través de las homilías, sus escritos y sus cartas pastorales «son una altura teológica muy elevada, pero, sobre todo, de gran claridad y sencillez». Desde la Diócesis de Osma-Soria, su obispo, Gerardo Melgar, rechazaba que se considere a Benedicto XVI como un Papa de transición y valoraba positivamente sus mensajes, «siempre actuales y sin pelos en la lengua para expresar sus inquietudes y preocupaciones en cualquier parte del mundo». Finalmente, el obispo de Segovia, Ángel Rubio, agradecía su riguroso trabajo estos años y, sobre todo, sus tres visitas a España en su corto ministerio.