Las bodegas de Castilla y León reciben los cinco grandes Oros del Mundial de Vinos de Bruselas

Un total de cinco bodegas de la Comunidad recogieron los premios, en categoría gran oro, que obtuvieron en la 26 edición del Concurso Mundial de Vinos de Bruselas, celebrada en Suiza el pasado mes de mayo.

La entrega de los galardones se celebró en el Castillo de Fuensaldaña, con la presencia del consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero; el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; el alcalde de la capital del Pisuerga, Óscar Puente, y el presidente del Concurso Mundial de Bruselas, Baudouin Havaux.

Los grandes oros fueron a parar a Portia Summa 2015 (Bodegas Portia), que también logró el reconocimiento como Vino Revelación de España; así como a López Cristobal (Tinto Reserva 2014, Bodegas López Cristobal); Gran Solorca Reserva 2014 (Viña Solorca); y Finca Matambres 2015 (Bodegas Monteabellón), de la Ribera del Duero; y a Quelías Rosado 2018 (Bodegas Sinforiano), de la DO Cigales.

Unos premios que posicionaron a Castilla y León como la región de toda España con más medallas en todas las categorías, dado que la Comunidad obtuvo un total de 162, de las cuales cinco fueron grandes oros, 88 oros y 69 platas; por delante de otras zonas vitivinícolas como La Rioja (127), Castilla-La Mancha (86) y Aragón (62).

Ribera del Duero destacó con 94 medallas, seguida por las 25 de Rueda, las 13 de Toro, las diez de Cigales, las cuatro de Bierzo y una de Cebreros; junto a 14 de Tierra de Castilla. Castilla y León encabezó también el número de muestras españolas en el certamen, con 385.

La mayor participación de vinos de la Comunidad en esta competición se celebró el pasado año 2017, coincidiendo con que el Concurso se celebró en Valladolid, convirtiéndose así en la capital de la enología. Fue en aquella edición cuando tuvieron presencia un total de 2002 vinos españoles, de los que 554 pertenecían a bodegas de la Comunidad.

De esta manera, el empuje de los vinos castellanos y leoneses se vio refrendada por la apuesta que hicieron tanto la Diputación de Valladolid como el Ayuntamiento con el fin de impulsar un sector que cada vez empuja más y que se ha convertido en una importante fuente de riqueza no sólo para esta provincia, sino para el resto de la Comunidad, turísticamente hablando.