Marta García desvela el rostro humano de la Fe a través de 10 personajes bíblicos

La pintora segoviana sorprende, en Valladolid, con una muestra sobre los principales protagonistas de la Biblia, en el Museo del Monasterio de San Joaquín y Santa Ana

La vejez y lo que ello implica en cuanto a razón y sabiduría, a través de la figura de Matusalén; la resignación del ser humano, con el profeta Jonás como modelo; la fortaleza y la seguridad de David antes de su combate contra Goliat; la belleza del cuerpo desnudo de Eva, la primera mujer de este mundo; la piedad de Noemí o la bondad de su suegra Rut; El liderazgo y poder profético de Moisés, el 'salvado de las aguas', como aliado de los judíos y pan de la vida... Los rostros humanos de la Fe.

Todo esto y mucho más es lo que Marta García Sanz, una artista madrileña pero afincada desde hace más de veinte años en la localidad segoviana de Martincano, acerca estos días prenavideños en una agradable y sugerente muestra en el Museo del Monasterio de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid, que cierra los actos con motivo del Año de la Fe en la Diócesis vallisoletana. Una exposición, compuesta por diez retratos hechos del natural de personajes bíblicos, que ya ha estado en Segovia con gran acogida de público y crítica -algo que está continuando también en Valladolid-, que transmite serenidad y esperanza, pero que, ante todo, es muy gestual, sencilla y muy personal. Marta García huye en sus dibujos de arquetipos grandilocuentes y trata de eliminar prejuicios, como por ejemplo la visión de Eva en el paraíso como mujer pecadora. Precisamente, el cuadro que más le ha costado pintar por este motivo, aunque esta artista lo ha desarrollado mostrando la belleza pero también la normalidad del desnudo femenino. En definitiva, una exposición en la que Marta García nos lanza con sus trazos un mensaje transparente de humanidad a través de las reacciones y perplejidades de diez hombres y mujeres que aparecen en la Biblia en su relación con Dios y su pueblo. «Es una lectura atenta del Antiguo Testamento en la que trato de mostrar cómo estos personajes se enfrentan a lo humano y a lo divino con toda su pequeñez y grandeza», explica la artista a LA RAZÓN, mientras reconoce que, pese a dos paneles representando a San Frutos y San José que pintó para el retablo de la ermita del municipio segoviano de Castroserna, es la primera vez que se adentra en este mundo bíblico, para lo cual ha tenido que empaparse a fondo de su historia y trascendencia, tras toda una vida pintando momentos, como el silencio de un invierno quieto y nevado, experiencias vitales, como una tormenta primaveral, o paisajes anónimos y reales.

La naturaleza, muy presente

Una relación con la naturaleza que esta artista mantiene siempre en sus obras y que se ve reflejada también en esta exposición de retratos sobre la Razón y la Fe. Dibujos muy coloridos, realizados en papel de color, «para quitar formalidad a la seriedad del tema y dar frescura a la mente del espectador», explica la pintora madrileña para quien su principal objetivo con esta exposición no es ser rompedora ni saltarse las reglas sino llegar directamente a las personas que vean su trabajo, ya sean creyentes o ateas, y hacerlas pensar, pero sobre todo que puedan conectar con el arte.

Los diez retratos que componen esta muestra, organizada por Arte Papel en colaboración con el Arzobispado de Valladolid, la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, la Cofradía del Santo Entierro vallisoletano, y el propio Museo del Monasterio donde se expone, van acompañados de textos de pasajes bíblicos para situar al público en su contexto histórico, así como de los bocetos que la artista realizó antes de acometer cada pintura. La exposición estará abierta hasta el 14 de diciembre y probablemente viaje después hasta otros puntos de la Comunidad.