Castilla y León
Matallana acoge a 25 jóvenes dentro del XIII Curso de Arqueología
El campo de trabajo está organizado conjuntamente por la Diputación y la Universidad de Valladolid (Uva)
El campo de trabajo está organizado conjuntamente por la Diputación y la Universidad de Valladolid (Uva)
El XIII Curso de Arqueología y Campo de Trabajo de Matallana (Valladolid), organizado conjuntamente por la Diputación y la Universidad de Valladolid (UVa), contará este año con la participación de 25 jóvenes. El objetivo del proyecto es que los alumnos, procedentes de Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha, tengan un contacto práctico con la actividad arqueológica como parte de su aprendizaje, señaló el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero.
Las prácticas tienen lugar en la excavación de fosos del periodo calcolítico, es decir, entre el Neolítico y la Edad del Bronce (2.800-2.500 a.C.) ubicadas en el Casetón de la Era, dentro de la Finca Matallana, informó el catedrático de Prehistoria de la UVa Germán Delibes. Junto a las excavaciones, los jóvenes reciben lecciones teóricas que completan su formación y colaboran en la investigación propia para trabajos de fin de grado, de máster y de tesis doctorales. Los descubrimientos realizados, añadió Carnero, serán divulgados por la UVa.
El curso cuenta con dos turnos; el primero de ellos comenzó el pasado lunes 18 de julio y finalizará el próximo domingo 31, y cuenta con nueve estudiantes. Los 16 restantes desarrollarán la actividad entre el 1 y el 14 de agosto. Por su parte, la Diputación aportó un total de 38.705 euros que se suma al desembolso individual de los alumnos de 200 euros.
Las exploraciones se centran este año en la investigación de los ambientes domésticos de los pobladores de la zona. «Conocemos mucho sobre sus ritos funerarios pero muy poco sobre sus costumbres», indicó el co-director del curso, Manuel Crespo. Por ello, se está trabajando en excavaciones del Casetón de la Era y en la aldea de Mataplana, construida alrededor del Monasterio de Matallana por monjes cistercienses en el siglo XII, añadió Delibes.
En este sentido, estudian fundamentalmente el tipo de actividades ganaderas que realizaba la sociedad calcolítica, aunque también cuentan con lo que creen que era un horno cerámico del siglo VIII. Para avanzar en sus investigaciones, los alumnos han hallado desde huesos de cerdo, jabalí, caballo o uro (ya extinto), hasta restos de cerámica o sílex, entre otras cosas, según avanzó Marta Carbajo, participante del curso.
Estos materiales han permitido interpretar que dichos habitantes realizaban rituales en los que celebraban el éxito de la caza y se alimentaban con dichos animales, confirmó Carbajo. «El registro es diferente en Matallana, porque desconocemos el ritmo de vida que llevaba la sociedad del momento», matizó.
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