«No se puede pedir más esfuerzo a los agricultores con menos dinero»

Que no se reduzca el presupuesto de la nueva Política Agraria Común (PAC), que entrará en vigor a partir de 2020, y se garanticen, al menos, los 1.168 millones de euros que el campo de Castilla y León recibió el pasado año en el actual marco normativo.

Este es uno de los objetivos que persigue nuestra Comunidad, que no es otro que se mantenga a estructura actual, ante las nuevas y duras negociaciones que se avecinan y ante la preocupación existente en el sector agrario por la incertidumbre generada ante los rumores de recortes de fondos de hasta un 30 por ciento debido a la salida del Reino Unido de la UE.

Lo advertían ayer el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, durante una jornada en Valladolid sobre la nueva PAC: «Hay que blindar estos fondos europeos, porque no se puede pedir más esfuerzo a los agricultores con menos dinero». Tanto Herrera como Marcos coincidían también en que la actividad agraria debe apostar por el Medio Ambiente, pero aseguraban que ésta, ante todo, «tiene que ser rentable y garantizar la seguridad de los alimentos que se consumen». Para ello, insistían también en que la mayor parte de los fondos que se reciban recaigan en el profesional del campo.

El presidente abría la jornada admitiendo los riesgos y las dudas que la reforma de la PAC genera en estos momentos al sector, pero, también, hacía ver ésta supone una oportunidad de desarrollo económico y que la Región «está preparada para afrontarla». Y tendía la mano a todos para lograr una posición de Comunidad ante las negociaciones. Al respecto, la consejera desvelaba en su exposición que ya existe un consenso «prácticamente unánime» con las organizaciones agrarias y cooperativas para cerrar esta postura en un texto de Comunidad, y que ahora trabajan también con las fuerzas políticas para que en ese documento se vea reflejada toda la sociedad.

Herrera se mostraba también partidario de la subsidiariedad en favor de los estados miembros que plantea el nuevo modelo y que se materializará a través de un Plan estratégico que cada país deberá poner en marcha. Si bien, advertía de que este principio de subsidiariedad sólo será positivo «si no supone una renacionalización de la PAC y se ponga en riesgo el mercado único».

El presidente dejaba clara también en su intervención el rechazo de Castilla y León a que los pagos directos no estén financiados al cien por cien por fondos europeos. «Supondrían distintas velocidades de financiación en función de la economía de cada país miembro», advertía.

Para acabar, Herrera apostaba por una PAC que garantice la cadena de valor y refuerce el sistema de formación agraria;. Que ayude también a las pequeñas explotaciones a tener acceso a las nuevas tecnologías y favorezca los proyectos agrarios y cooperativistas y el desarrollo rural. Pero, sobre todo, que dé mayor protagonismo a los jóvenes y a las mujeres en la modernización del sector y facilite el relevo generacional.

«Hablamos del pan que nos da de comer»

Por otra parte, la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, tiene claro que el futuro de Castilla y león pasa por la PAC. «Hablamos del pan que nos da de comer», decía, al recordar que los agricultores generan el cinco por ciento del PIB autonómico, el diez si se suma la industria agroalimentaria. Por ello, insistía en que la nueva PAC debe tener una financiación suficiente y adecuada. En la jornada participaban también los eurodiputados del PP, Agustín Díaz de Mera y Esther Herranz quienes denunciaban las «prisas» por aprobar la nueva PAC «cuando hay elecciones al Parlamento europeo en 2019 y existen muchas incógnitas por el Brexit». Y mostraban su desconfianza a la propuesta de la Comisión Europea y alertaban de que muchas explotaciones podrían desaparecer si hay recortes.