Revive el voleibol en Valladolid

No está atravesando un buen momento el mundo del voleibol en el espectro nacional. Algo que se hace extensible a lo que viene sucediendo en Castilla y León. Cada vez son menos practicantes en pequeñas edades, y la gran parte de ellos forman parte del deporte escolar. Es por ello, que un grupo de gente, amante de este deporte que tanta gloria dio ya hace años a España, ha decidido poner en marcha una nueva iniciativa en tierras vallisoletanas, bajo el nombre Valladolid Club Voleibol, al frente del cual se haya la figura del periodista Íñigo Torres, muy vinculado a su práctica deportiva desde edades tempranas.

«La idea era poner en marcha un club independiente ajeno a los centros escolares y que los chavales pudieran participar en competiciones autonómicas», destaca Torres en declaraciones a este periódico, quien señala también que la respuesta está siendo «muy positiva», aunque uno de los hándicap vital con el que cuentan, es la falta de una instalación propia.

El objetivo es contar con equipos en todas las categorías y, de momento, el volumen de jugadores supera los 150, apoyados por 15 técnicos cualificados y de nivel.

Para esta temporada ya se cuenta con una decena de equipos: tres infantil femenino y uno masculino; dos cadetes femeninos y uno masculina; un juvenil femenino y masculino además de un equipo sénior femenino. Y a todo ello se suma una escuela para alevines y benjamines que se desarrolla en el Río Esgueva, uno de los centros colaboradores, que les presta una cancha al igual que los centros educativos Lourdes, Cristo Rey y las pistas de El Palero y Fuente la Mora.

También el tema económico es capital, ya que se subsiste gracias a la cuota de los jugadores y al patrocinio de Deluarc y colaboraciones de Yllera, Entrepinares, CDO Covaresa, Sumcyl, Golf Entrepinos, Hotel Silken Juan de Austria y gestoría Verdejo.

Uno de los retos, según Torres, es el de trabajar en la promoción del voleibol masculino. «No generamos esa corriente», lamenta, a la vez que recuerda que el equipo cadete debe jugar en la Liga de Madrid, y viajar allá cada dos semanas, al no existir equipos con los que competir aquí.