Salamanca

Salamanca dedica una calle a los cinco abogados asesinados en Atocha en 1977

El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, junto a Alejandro Ruiz Huerta, abogado laboralista que sobrevivió a la matanza, y los dirigentes de CCOO, Angel Hernández y Carlos Bravo, durante el acto
El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, junto a Alejandro Ruiz Huerta, abogado laboralista que sobrevivió a la matanza, y los dirigentes de CCOO, Angel Hernández y Carlos Bravo, durante el actolarazon

Treinta y siete años han pasado ya desde que un grupo de ultraderecha abriera fuego en un despacho de abogados laboralistas de CC OO y militantes del partido Comunista situado en la calle Atocha de Madrid, en pleno centro de la capital de España, matando a cinco personas, entre ellas al salmantino Serafín Holgado, e hiriendo a otras cuatro. Un atentado terrorista que conmocionó al país y que marcó también la Transición Española.

La ciudad de Salamanca ha querido rendir su particular homenaje a los abogados laboralistas fallecidos dedicándoles una calle con el nombre de «Abogados de Atocha» -anteriormente Arco de la Lapa- en la que precisamente se encuentra la sede del sindicato CCOO en la capital del Tormes. Y lo hacía en la mañana de ayer en un emotivo acto que se celebraba a las puertas de la sede sindical, en el que uno de los supervivientes del atentado, al bogado laboralista Alejandro Ruiz Huerta, descubría la placa que da nombre a la calle. Junto a él se encontraban en representación del sindicato, el secretario regional de CC OO, Ángel Hernández, y el secretario Confederal de Protección Social, Carlos Bravo. También estaba el alcalde de Salamanca, el «popular» Alfonso Fernández Mañueco, para quien este acto «reconoce públicamente a cinco luchadores de la Justicia, que consolidaron la Democracia y el desarrollo político, social y económico de España». Fernández Mañueco recordaba que los terroristas y los asesinos «siempre fracasan», y lanzaba un mensaje de que frente a la violencia «más tolerancia, libertad y Democracia». Igualmente, insistía en que la violencia nunca tiene justificación alguna, «venga de donde venga», y aprovechaba este homenaje para añadir que la situación actual «exige la responsabilidad de todos para ayudar a regenerar la vida ciudadana, pero también la política y la social».

Por su parte, el superviviente de la matanza destacaba la labor de CC OO fue la espina dorsal para consolidar la Democracia en España, y reivindicaba que las víctimas de este atentado se consideren como víctimas del franquismo.