Silvia Clemente da la cara en nombre de las regiones de la Europa de la Unión

Que en el próximo presupuesto de la Unión Europea si fijen criterios de despoblación a la hora de repartir los fondos; que se impulsen infraestructuras, como una conexión internet lo más amplia posible, para el desarrollo de actividades; apostar por iniciativas de colaboración público-privadas que aprovechen los recursos endógenos y por dar incentivos económicos y fiscales para la creación de empresas en zonas despobladas; que se favorezca la integración del inmigrante en cada territorio en el que se encuentre; facilitar la asistencia a las personas mayores; y que la despoblación se asuma como un reto y una oportunidad y no como un obstáculo.

Estos eran algunos de los mensajes que lanzaba ayer la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, durante su intervención en Bruselas, donde daba la cara en nombre de las regiones europeas en la lucha que estas mantienen contra la pérdida de población en sus territorios.

Silvia Clemente presentaba el informe que ha elaborado el grupo de trabajo sobre despoblación y envejecimiento sobre las actividades realizadas este último año, y destacaba la importancia del trabajo llevado a cabo «porque está sirviendo para generar conciencia de un grave problema». «Cuanto más avengamos al Parlamento europeo a explicar lo que ocurre -continuaba-, más percepción de la realidad del problema tendrán los responsables de las políticas europeas».

Asimismo, la presidenta del Legislativo autonómico avanzaba que va solicitar una prórroga de otro año para que este grupo de trabajo pueda seguir desarrollando su trabajo. «La unión hace la fuerza», insistía Silvia Clemente, quien urgía a las instituciones a tomar medidas lo más pronto posible «porque si no, ya no habrá solución».

Cooperación institucional

La presidenta de las Cortes participaba en esta jornada acompañada de los procuradores Ángel Ibáñez, del PP, David Castaño, de Ciudadanos, y Virginia Barcones, del PSOE.

Esta última coincidía en la necesidad de seguir insistiendo en la UE «para seguir generando sensibilidad» hacia este problema, a la vez que reclamaba una estrategia integral de lucha contra la despoblación desde la cooperación institucional «y con medidas reales y eficaces en los territorios».