Gastronomía
Valladolid vuelve a seducir con su alta cocina en Madrid Fusión
Más de 300 personas paladean los pinchos y guisos de la provincia y la variedad de sus vinos de denominación
De sobresaliente cabe calificar el menú con el que deleitaron los cocineros vallisoletanos para el fin de fiesta de Madrid Fusión. Unas 300 personas degustaron las especialidades pucelanas, donde no faltó la cocina de vanguardia, esos pinchos que cada año traen a miles de turistas para degustarlos en la capital, y la más tradicional, con el lechazo como producto estrella. Un total de 5.000 raciones que estuvieron acompañadas por nueve vinos de ocho bodegas de las Denominaciones de Origen de la provincia.
Para abrir boca, cinco pinchos: Postales de Valladolid (Ángela), Olivas y Kikos (Los Zagales), Bombón de morcilla a la miel (Noche y Día), Croquetas de jamón y huevo (Ceyjo) y canelón de escabechados (La Criolla). A continuación, dos guisos, potaje de garbanzos (Campogrande) y sopa castellana (El Balcón de las Médulas). El lechazo llegó de la mano de Jesús Sanabria y Jesús Núñez (Azalea). Y los postres, un chupito de yoghourt griego (Fortuna 25). Y como coordinadores del convite, Jesús Núñez, jefe de cocina del Hotel Felipe IV, y José Luis Gil, del restaurante La Tahona.
Los vinos llegaron de la mano de Bodegas Museum, Abadía Retuerta, Dehesa de los Canónigos, Pesquera, Emilio Moro, Bodegas Mocén, Grupo Yllera, Bodegas de Alberto y Bodegas Valdelosfrailes. Y junto a los cocineros, destacable también la labor de la Asociación de Sumilleres de Valladolid y de los alumnos de la Escuela de Hostelería de Alcazarén.
El director de Madrid Fusión, José Carlos Capel, manifestaba que Valladolid ya es un reclamo gastronómico a nivel internacional. «Estoy encantado, los pinchos son fantásticos y es que Valladolid es mucho Valladolid». Con gran «satisfacción» asumía este regalo de cerrar el Madrid Fusión el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, quien manifestaba que ésta es una gran oportunidad para mostrar las «excelencias» de la cocina vallisoletana y hacer un recorrido por la gastronomía más moderna y tradicional. «Valladolid saca pecho otra vez», indicaba. Los asistentes quedaron prendados más que por la calidad del producto en sí, por su elaboración y presentación. «Entran por los ojos», comentaban.
Eso sí, el alcalde recibió alguna queja de hosteleros de Valladolid a los que no les había llegado invitación para participar en este evento, algo por lo que quedó sorprendido, aunque sí que matizó que el número de cocineros se había reducido este año, de los dieciocho de ediciones anteriores a las nueve de ésta, debido a que el número de comensales ha pasado de un millar a tan sólo 300.
Debut en Madrid Fusión
Con el objetivo de dar a conocer la gastronomía que se elabora en la provincia, la Diputación de Valladolid se presentó por primera vez en la cita gastronómica por excelencia española con el patrocinio de la ponencia y demostración «Cocina de paisaje», que han presentado los chefs Miguel Ángel Cruz y Julián Arranz.
El presidente de la institución provincial, Jesús Julio Carnero, incidía en la importancia de la enología y gastronomía vallisoletana y su peso en el turismo en los últimos años. «Tenemos imaginación y grandes productos», añadió.
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