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Barcelona quiere prohibir los perros sueltos excepto en zonas habilitadas
Fomentará la accesibilidad de animales de compañía en el Metro
Esta norma quiere evitar atropellos y peleas entre perros y su incumplimiento constituirá una infracción grave de hasta 1.500 euros
El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado este lunes la primera propuesta de la nueva ordenanza municipal de protección, tenencia y venta de animales, que propone prohibir llevar a los perros sin correa excepto en las zonas especialmente habilitadas para ello.
En rueda de prensa, el concejal de Presidencia y Territorio, Jordi Martí, ha informado de que esta norma quiere evitar atropellos y peleas entre perros, así como facilitar que los dueños recojan sus excrementos, y su incumplimiento constituirá una infracción grave de hasta 1.500 euros.
Si se aprueba la ordenanza, que ahora empieza su trámite, los perros sólo podrán ir sueltos en los aproximadamente 120 pipicans y zonas cerradas dedicadas a su ocio, pero Martí ha asegurado que se aumentará la cifra de estos espacios en coordinación con los distritos.
En cuanto a la entrada de perros en las playas, ha recordado que existe una prohibición general en este aspecto, pero ha asegurado que se trabaja para que el alcalde, Xavier Trias, elabore un decreto que permita su presencia en ciertos momentos y cuando no causen molestias.
La ordenanza también contempla el fomento de la accesibilidad de los animales de compañía en el Metro, que siempre podrán acceder excepto en horas punta y cuando se celebren eventos multitudinarios, objetivo por el que TMB ya está trabajando para modificar su reglamento, según Martí.
Declaración firmada
También propone que las personas que quieran adquirir un animal deban firmar antes una declaración garantizando que nunca han sido sancionadas por maltrato o abandono de animales; vender un animal a alguien que no la firme conllevará una sanción muy grave, de hasta 3.000 euros.
Martí ha informado de que el consistorio pedirá a la Generalitat que cree un registro de maltratadores, y también le pedirá que dé apoyo económico a los ayuntamientos que se vean obligados a sacrificar animales de sus centros de acogida por falta de recursos.
"Es un asunto que va más allá de temas económicos", ha asegurado,
y ha revelado que el consistorio destina aproximadamente un millón de euros anual a los centros de acogida, que desde la anterior ordenanza, de 2003, evitan sacrificar a los animales excepto cuando así lo recomienda un veterinario.
La ordenanza también prohíbe alimentar a animales en espacios públicos; la tenencia de primates; tener caballos fuera de establos o cuadras; dejar a los animales domésticos solos más de tres días consecutivos --12 horas en caso de los perros--; los collares de fuerza y estrangulación, y tenerlos atados más de dos horas, entre otras medidas.
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