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Barcelona recupera un pasaje histórico

El «Passatge de les Manufactures» une el Eixample y Ciutat Vella a través de Trafalgar y Sant Pere mes Baix

El Yurbban Passage Hotel, que cuenta con el restaurante D’Aprop y el Flax &Kale Passage, el último restaurante de Teresa Carles Healthy Group, recuperan el pasaje para los ciudadanos / M.Gonzalez/Shooting
El Yurbban Passage Hotel, que cuenta con el restaurante D’Aprop y el Flax &Kale Passage, el último restaurante de Teresa Carles Healthy Group, recuperan el pasaje para los ciudadanos / M.Gonzalez/Shootinglarazon

El «Passatge de les Manufactures» une el Eixample y Ciutat Vella a través de Trafalgar y Sant Pere mes Baix

Giulia, Maite, David, Leena y el resto de vecinos del número 31 de la calle Sant Pere mes Alt un día descubrieron que debajo de su casa había un túnel. Porque alguien se metió en él con un taladro y empezó a hacer un ruido estrepitoso. La leyenda contaba que hace mucho tiempo, a finales del siglo XIX, bajo su casa, entre las calles Sant Pere més Alt y Trafalgar, había un pasaje que unía Ciutat Vella con el futuro Eixample. Lo abrió el fabricante de tejidos Joan Cirici en 1878, abuelo del político, crítico de arte y escritor Alexandre Cirici. En aquel entonces, encima del pasaje, había un edificio que albergaba una fábrica textil. Daba al número 26 de la calle Trafalgar y al número 31 de Sant Pere mes Alt y lo llamaban «Passatge de les Manufactures». Aunque los vecinos de la zona, que acogía un hervidero de talleres, comercios e industrias textiles, lo conocían como «el passatge d’en Cirici».

Cerca, apenas a unos pasos hacia el Arc de Triomf, había otro pasaje, que también enlaza Trafalgar con Sant Pere més Alt: el Passatge de Sert, hoy, un imán para artistas y emprendedores. Pero mientras los turistas han convertido al Passatge Sert en uno de los lugares de Barcelona que tiene más fotografías en Instagram, el Passatge de les Manufactures, cayó en el olvido. Se convirtió en un «cul de sac», un callejón sin salida y sin entrada con dos bares y una administración de lotería que se fueron degradando con él.

Pero hace un par de años, la cadena de hoteles Yurbban y el grupo de restauración Teresa Carles Healthy Foods, se metieron con un taladro en ese «cul de sac» para abrir de nuevo el Passatge de les Manufactures y devolvérselo a la ciudad.

Ayer lo inauguraron. El pasaje es más sobrio y discreto que su vecino Sert, pero por la mañana unos turistas holandeses metían un pie tímidamente y preguntaban al florista que hay en la entrada de la calle Trafalgar si podía pasar. En el arco de piedra de la entrada, hay grabadas las letras J y C. Son las iniciales de Joan Cirici, el empresario que abrió el callejón hace 140 años.

Igual que el Passatge Sert, el de las Manufactures tiene que salvar el desnivel de cota que existe entre Ciutat Vella y el Eixample, en total cuatro metros. El primero lo hace con una rampa. El segundo, con 28 escalones. Para los geólogos, es un atractivo, porque es uno de los puntos de Barcelona donde es más visible el escalón geológico entre ambos distritos. La plataforma del Eixample es del pleistoceno, los primero fósiles humanos son de esta época que precede al holoceno, la plataforma de Ciutat Vella, generada por el delta del Besòs.

Pero los barceloneses y turistas vendrán atraídos por su oferta gastronómica y la escultura de artista multidisciplinar Antoni Yranzo, «Pisadas», que rinde homenaje al pasado, cuando el gremio textil hervía de actividad y lo señores del Eixample bajaban al Palau de la Música.

El Yurbban Passage Hotel, al que se entra desde la calle Trafalgar, tiene el restaurante D'Aprop, que como su nombre indica ofrece cocina catalana de proximidad y un menú de 15.90 euros al mediodía. Dentro del pasaje, hay un spa vegano, Signature Organic Spa, y otro local del vegetariano de moda Flax&Kale Passage, a un lado está la sala y al otro la cocina, que ha dejado a la vista, a través de un cristal se ve el rock'n'roll que se baila en sus fogones.