Arte, Cultura y Espectáculos

Camus frente el espejo

El Lliure acoge la adaptación teatral de Carles Alfaro y Rodolf Sirera de «El extranjero». Ferran Carvajal y Francesc Orella desdoblan al protagonista

Los protagonistas del montaje hacen un «tour de force» sobre la escena
Los protagonistas del montaje hacen un «tour de force» sobre la escenalarazon

La figura del doble es muy recorrente en la historia de la literatura, desde « William Wilson» de Edgar Allan Poe, a «Doctor Jeckyll y Mister Hyde» de Stevenson o la prodigiosa novela corta de Dostoievsky «El doble». Otras veces, ese desdoblamiento de la personalidad no es explícito, pero se siente en cada frase. Éste es el caso de «El extranjero» de Albert Camus, en que su protagonista y narrador, Mersault, explica cómo mata a un árabe de un disparo, para segundos después volver a dispararle cuatro veces. Esos segundos entre la realización de un crimen y su ensañamiento ya es de por sí un viaje a convertirse en otra persona.

Al menos eso piensan Carles Alfaro y Rodolf Sirera, que acaban de adaptar al teatro la célebre novela de Camus y que en lugar de convertirla en un monólogo han decidido desdoblar al personaje en dos y hacer un diálogo que busca describir la toma de conciencia de uno mismo que protagoniza el personaje. «No queríamos sólo poner en tres dimensiones las palabras de Camus, sino ofrecer algo más, algo que justificase una adaptación y la idea del doble nos pareció evidente desde el principio», aseguró ayer Alfaro.

Coproducción de El Canal y el Teatre Lliure, la obra se presenta el 12 de abril en Salt y del 18 de abril al 12 de mayo ocupará el Teatre Lliure de Gràcia. Los dos Meursault son Ferran Carvajal y Francesc Orella, que interpretan al personaje en diferentes estados temporales, uno más joven y desubicado y otro más viejo y con plena conciencia de lo que ha hecho. Ninguno está a expensas del otro, sino que los dos actúan con independencia, como si fueran personas diferentes. Sus diálogos son auténticas batallas verbales, a veces pausadas y reflexivas, a veces viscerales y beligerantes, otras simplemente pasivas, negándose a escucharse uno a otro. El resultado lleva a entender mejor el funcionamiento de esta mente en apariencia arbitrario y sin sentido. «El hombre no es absurdo en sí mismo, sino por su papel dentro de un contexto determinado, y el montaje demuestra esta desubicación perfectamente», afirmó Francesc Orella.

Voces en off

La puesta en escena nos traslada a un único espacio, un calabozo donde Meursault espera a que la justicia decida su suerte. Sin embargo, los dos protagonistas no estarán por completo solos y las voces en off de Andreu Benito, Carles Martínez, Xicu Masó y Vicenta Ndongo, que interpetan al resto de personajes clave de la novela. La voz en off vuelve a ser una reincidencia a la idea de que todo lo que se cuenta es lo que está pasando en la cabeza del protagonista. «Es un juego teatral al que el espectador entrará desde el principio», señaló Alfaro.

El proceso de creación del espectáculo no ha sido sencillo y ha involucrado mucho a los actores, que han tenido que dar mucho de sí mismos a la hora de crear la historia, con continuas reescrituras durante los ensayos. «La gran duda era cómo hacer inteligible el texto al doblar al personaje, pero creo que lo hemos resuelto bien», dijo Carvajal.