Crisis económica
Cataluña sólo ha recuperado la mitad de los empleos perdidos por la crisis
La comunidad autónoma no alcanzará los niveles de ocupación de 2007 hasta dentro de tres o cuatro años
La comunidad autónoma no alcanzará los niveles de ocupación de 2007 hasta dentro de tres o cuatro años
Pese a los vientos de recuperación, lo cierto es que la economía catalana apenas ha recuperado la mitad de los puestos de trabajo que se destruyeron durante la crisis económica. Por lo que la situación de empleo previa no se recuperará hasta 2021 o 2022. Así, entre el tercer trimestre de 2007 y el primer trimestre de 2013, se destruyeron 665.000 puestos de trabajo, mientras que hasta el primer trimestre de 2018 se han recuperado unos 262.000. Según el Índice ManpowerGroup, presentado ayer, los niveles de empleo de 2007 se alcanzarían en tres o cuatro años con 300.000 empleos más siempre que se mantenga un ritmo de crecimiento de 2% anual.
El estudio, elaborado por el catedrático emérito de Economía Aplicada Josep Oliver, prevé la continuidad de la expansión del mercado de trabajo que, en cifras absolutas, se traducirá en la creación de 76.000 empleos en 2018 y de 65.000 en 2019, por debajo de los 86.000 que se crearon en 2017 y lejos de los 108.000 de 2016. Oliver celebró que la recuperación continúa por quinto año consecutivo y subrayó que se ha hecho un recorrido «importante» pero puntualizó que la «magnitud tan intensa» de la crisis económica de 2008 hará que se tarden casi 15 años en recuperar el empleo previa. Oliver señaló que la expansión del empleo es más intensa entre los asalariados con un aumento del 14% frente a los autónomos que crecen un 4,7%. El catedrático resaltó que es una «buena noticia» que indica que se están corrigiendo algunos de los efectos de la crisis. Sin embargo, los asalariados todavía se encuentran un 7,9% por debajo de los registros de 2007. Aparte, el empleo asalariado es mayoritariamente temporal: entre 2013 y 2018 los contratos temporales han aumentado un 38,4% mientras que los indefinidos sólo un 8,9%.
Por sectores, la recuperación del empleo se dará en especial en la industria (con tasas del 3,8% y del 2,7% en 2018 y 2019), así como en la construcción (3,7% y 3,2%), mientras que el aumento será algo menor en los servicios (1,9% y 1,7%, respectivamente). Esta tendencia hará que los servicios, a finales de 2019, estén ya un 8,9% por encima de los valores de empleo del tercer trimestre del 2007, mientras la industria estará todavía un 16% por debajo y la construcción, alrededor del 49%.
El autor del estudio indicó que uno de los cambios estructurales que se ponen en evidencia con la recuperación es un cambio demográfico difícil de revertir. Entre 2007 y 2018, el peso de los jóvenes menores de 35 años en el total del empleo se ha reducido en 15 puntos porcentuales: Del 41% de finales de 2007 al 26% del inicio de 2018. Oliver lo atribuyó al «creciente impacto de la transición demográfica catalana» ya que cada vez habrá menos gente en la franja de edad de entre 25 y 35 años. «Esto no es una buena tendencia» y es «uno de los grandes retos que tenemos como país en el mercado de trabajo», dijo Oliver. Uno de los problemas que puede suponer el cambio demográfico es de adaptación a los puestos de trabajo derivados de las nuevas tecnologías.
Se recupera el empleo masculino, que sufrió más destrucción de puestos de trabajo durante la crisis, pero la femenina ya supone el 47,1% -cinco puntos por encima del 2007- y, según Oliver, las mujeres no tardarán en representar la mitad del mercado de trabajo. «Tendremos un mercado de trabajo completamente normalizado», dijo el catedrático. Oliver explicó que es una consecuencia de la «terciarización» de la economía ya que el sector servicios ya supone el 74% del total y los servicios han aportado un 57,6% del crecimiento desde 2013. En el conjunto de España, Cataluña ha tenido hasta ahora un comportamiento positivo al generar un 24 % de la nueva ocupación en el último año, aunque supone sólo el 17,3 % de los puestos de trabajo.
El secretario general de Trabajo de la Generalitat, Josep Ginesta, que acudió a la presentación del informe, aseguró que el Govern comparte la visión «optimista» sobre las perspectivas del mercado de trabajo y ha lamentado que «la política haya querido utilizar el miedo sobre la economía como arma». A su juicio, el informe demuestra que el mercado de trabajo catalán no se ha resentido «pese al octubre», en referencia al momento más álgido de la crisis política.
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