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Gastronomía

Cocina catalana modernizada pero sin perder los orígenes

En el restauranre Tram-Tram apuesta por la creatividad pero sin que ello supongo alejarse del entorno y las características del lugar

Imágenes de distintos espacios del restaurante Tram-Tram, situado en Sarrià larazon

En el restaurante Tram-Tram apuesta por la creatividad pero sin que ello supongo alejarse del entorno y las características del lugar.

El chef Isidre Soler, propietario del restaurante Tram-Tram, se confiesa seguidor de la técnica de Ferran Adrià y del discurso de Santi Santamaría, con quienes trabajó en el pasado, lo cual contriubuye a definir su cocina.

«En el Tram-Tram hacemos una cocina catalana modernizada, con toques franceses, a partir de un producto de calidad y cocciones muy cuidadas», señala Isidre, quien apunta que, en este sentido «defendemos el discurso de Santi en lo que se refiere a hacer una cocina del territorio, en la que todo está relacionado con el entorno, huyendo así de la cocina globalizada». Además, su gastronomía también comparte rasgos y características con la de Ferran Adrià, principalmente en lo que se refiere «a la técnica, la inventiva y la creatividad». Sin embargo, Isidre admite que hay un punto que su cocina se distancia de la de quien fuera su mentor, algo que se produce cuando «ésta deja de identificarse con el lugar en el que se desarrolla»

Así pues, la oferta gastronómica del Tram-Tram se basa en una cocina «inspirada en el recetario clásico, pero que no replica estas recetas sino que las toma como punto de partida para mezclar ideas y crear cosas nuevas», explica el chef y propietario del establecimiento, quien además hace hincapié en que «cuidamos mucho las cocciones y apostamos esspecialmente por las cocciones a baja temperatura, no tan agresivas».

Además, en este restaurante adquiere especial protagonismo el producto, un producto «de calidad, a ser posible ecológico, de proximidad y que siempre mantenga una relación con nuestra cocina». Así pues, en este sentido, en la carta «siempre trabajamos con productos del día, por lo que ésta se modifica con frecuencia en función de la materia prima disponible», asegura el chef, para a continuación recordar que además «contamos con las sugerencias del día». «Hoy tenemos escórpora así que vamos a ofrecer a nuestros clientes Bullabesa», comenta a modo de ejemplo el propietario, quien en relación a esta receta de origen francés destaca que «en el Tram-Tram procuramos aligerar mucho los platos, no hacerlos tan pesados, y nos gusta respetar el producto, mantener su sabor, de manera que sea una cocina que el comensal entienda, una cocina del gusto».

Acorde con esta filosofía gastronómica pero al margen de la carta, en este establecimiento se ofrece al comensal la posibilidad de optar por tres menús diferentes. Por un lado, gracias al menú degustación, muy condicionado por el mercado, el cliente puede probar varios platos de la carta por 47,50 euros. Además, quienes prefieran una fórmula más completa, con más platos y comida, pueden optar por el menú festival, «en el que quemamos todas las naves». Éste consta de once pases y su precio es de 90 euros.

Por último, los mediodías entre semana el Tram-Tram ofrece lo que llaman «la comida a precio hecho», que al fin y al cabo es un menú ejecutivo por 29 euros, pero su propietario ha preferido no definirlo como tal porque «frecuentemente se asocia la palabra menú con pérdida de calidad».