Colau presenta unos presupuestos a tres bandas

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, presentó ayer un primer borrador de los presupuestos del Ayuntamiento para 2019, que ascienden a 2.816,4 millones, un 2,8% más que el de 2018.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, presentó ayer un primer borrador de los presupuestos del Ayuntamiento para 2019, que ascienden a 2.816,4 millones, un 2,8% más que el de 2018. Para alcanzar esa cifra, no obstante, Pisarello reconoció sin ambajes que depende de que se aprueben también las cuentas del Estado y la Generalitat. De hecho, el proyecto de presupuestos incorpora 140 millones que remiten directamente a las cuentas por aprobar de la Generalitat.

Por ello, el primer teniente de alcalde insistió en «un acuerdo a tres bandas» para aprobar todas las cuentas, como ya reclamó la alcaldesa, Ada Colau. Según Pisarello, si los Presupuestos Generales del Estado siguen adelante, Barcelona recibirá 100millones extras y la Generalitat, 2.200. De esta cantidad, el gobierno municipal espera recibir, por ejemplo, los 40 millones que el ejecutivo catalán debe a las guarderías.

Pisarello aseguró que el dinero que recibiría la Generalitat se podría destinar a gastos que ahora asume el Ayuntamiento y, de rebote, el consistorio tendría más dinero para políticas de seguridad o para congelar las tarifas del transporte público. «No vemos otra posibilidad, la ciudadanía necesita estos presupuestos a tres bandas», afirmó.

En este contexto, Pisarello explicó que han iniciado contactos con el Pdecat, ERC y el PSC en el Ayuntamiento. Es decir, los partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy y con los que Pisarello confía cerrar un pacto presupuestario. «El camino puede ser largo, pero no tiraremos la toalla», señaló.

También explicó que ha mantenido contactos con consellers del Govern y que los comunes han empezado a hablar en Madrid con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. El primer teniente de alcalde advirtió de que no aprobar los tres presupuestos supondría tener que prorrogar. Una situación que, a su juicio, supondría «dificultades» al «limitar el incremento de inversiones».

La oposición, sin embargo, recela de un acuerdo a tres bandas. Montserrat Ballarín (PSC), que ya se ha reunido con Pisarello, criticó que apenas les ha dado «un Power Point sin cifras concretas», y aseguró que el PSC no entrará en «esta carambola a tres bandas» para aprobar las cuentas en el Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado.

El presidente del PP municipal, Alberto Fernández, aseguró que «Colau utiliza Barcelona como moneda de cambio para pactar los presupuestos». Para el dirigente popular los presupuestos de Colau «congelan inversiones, mantienen la fiscalidad al máximo, disminuye l ainversión en dervivios municipales y aumentan la partida destinada a subvenciones y contratos a entidades afines». Fernández explicó que «los presupuestos, consolidan la Barcelona de Colau, una ciudad cara para vecinos y comerciantes, barata para incívicos, impune para delincuentes y gratis para la venta ilegal».