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«Colau retira terrazas mientras permite el top manta a 50 metros»

Javier Murellas, regidor del PP en el Ayuntamiento de Barcelona desde 2007, ejerce como portavoz adjunto del partido y es responsable del área económica.

Entrevista a Javier Mulleras larazon

Javier Murellas, regidor del PP en el Ayuntamiento de Barcelona desde 2007, ejerce como portavoz adjunto del partido y es responsable del área económica.

–No puede haber un verano sin polémica en Barcelona y esta vez le ha tocado a las terrazas de los restaurantes de la Boqueria.

–Ha pasado lo que tenía que pasar por la inacción del Ayuntamiento durante un año, desde que Ada Colau es alcaldesa. Ha sido capaz de implantar de forma unilateral planes como el de establecimientos turísticos o la moratoria hotelera pero ha sido incapaz de desarrollar algunos aspectos de la ordenanza de terrazas que se aprobó el mandato pasado. Como por ejemplo el desarrollo de las ordenanzas de espacios singulares, entre los que se incluyen los porches de la Boqueria. Y no lo ha hecho porque su política es antiterrazas. Es decir, poner trabas a la actividad económica cuando gracias a las terrazas de la Boqueria se arreglaron los porches y, además, se acabaron con determinadas actitudes incívicas que tenían lugar en este espacio, como por ejemplo la prostitución.

–Es decir, es una cuestión ideológica.

–Absolutamente. Colau está en contra de todo lo que sea actividad económica. Bien sea para los comercios, para los emprendedores o para el turismo. En cambio, lo que hace es facilitarle las cosas a los incívicos, a los ocupas, a los lateros o a los manteros. Es decir, a todas aquellas actividades que no pagan impuestos. Colau es tapón para la inversión al mismo tiempo que genera un efecto llamada al incivismo.

–El Ayuntamiento esgrime que existe un informe de los bomberos que desaconseja esas terrazas.

–Puede ser. No tenemos motivos para dudar del Ayuntamiento. Pero tanto nosotros como los comerciantes hemos pedido ese informe y no se nos ha dado. Si el problema existe también existía hace un año, cuando ella llegó al cargo. La Boqueria no es más que otro ejemplo de lo que está pasando en Barcelona. Por un lado, Colau retira las terrazas y por otro permite el top manta a apenas 50 metros. Más aún cuando fueron los propios comerciantes los que pagaron la rehabilitación de los porches.

–El Ayuntamiento anunció a bombo y platillo el cierre de 250 pisos turísticos, ¿es suficiente?

–Para nada. Vamos en dirección contraria. Todos coincidimos en los problemas que genera el turismo, pero discrepamos en la forma de abordarlo. En primer lugar, necesitamos una administración única. No puede ser que el turismo esté en manos del consell comarcal, de la Generalitat y del Ayuntamiento. Esto genera desorden. Después, que los 21 millones de euros que cada año se recaudan en Barcelona con la tasa turística se gestionen desde Barcelona. Lo gestionó mal Trias y aún lo gestiona peor Colau. Y por último, hay que combatir el incivismo en el espacio público y en las escaleras de vecinos. El problema es que Colau no hace cumplir la ordenanza de civismo, apenas hemos cobrado el 13 por ciento de las multas de la ordenanza. Y eso crea impunidad. Además, tampoco se ha atacado el problema de los apartamentos turísticos ilegales.

–¿Y las inspecciones?

–Claro que no. Qué son 250 pisos comparados con los 8.000 o 9.000 que existen. Eso es ir a la guerra con un tirachinas. Pero es que incluso han paralizado el turismo de salud que, por ejemplo, genera un evidente valor añadido y se ponen trabas a los cruceros. Son los turistas los que llenan los museos y Colau parece olvidarlo.

–La empresa Barcelona Regional es otro de sus grandes caballos de batalla

–Nosotros hace años que pedimos transparencia e información de Barcelona Regional. Y se nos ha negado sistemáticamente por parte del tripartito, de Trias y ahora con Colau. Es una caja negra. Sabemos que hace informes, que tiene un personal altamente cualificado y un presupuesto de 7 millones de euros, del que la mitad, precisamente, se gasta en personal. Pero no conocemos su situación contable ni tampoco sus procesos de contratación. Con el agravante de que el Ayuntamiento es el accionista mayoritario. Por lo tanto, además de acceso a las cuentas, queremos que Barcelona Regional se incluya en la fiscalización del propio Ayuntamiento y que se ponga en marcha una comisión sobre la misma. Una comisión que ya está aprobada pero sigue sin arrancar. Por qué Colau se niega es un misterio.

–¿Qué opinión le merecen los planes de vivienda del Ayuntamiento?

–Lo primero es denunciar la demagogia de Colau en temas de vivienda. Llego al Ayuntamiento con la camiseta de «stop desahucios» y nada más llegar a la alcaldía guardó la camiseta en un armario. Ella sabía perfectamente que el Ayuntamiento no podía paralizar desahucios. Y así ha sido. Con el agravante de que ha promovido desahucios desde el propio Ayuntamiento. Hace un año, cuando llegó a la alcaldía, tenía 81 millones en la caja para construir vivienda. No se ha empezado ni una sola promoción municipal de vivienda pública. Seguimos con el mismo déficit de vivienda y la alcaldesa se había comprometido a presentar el plan de vivienda en julio. Seguimos esperando. Tenemos el dinero y tenemos el suelo municipal. No entendemos qué ocurre.

–Otro de los grandes planes de Colau es la creación de un operador municipal energético.

–Desde el PP hemos pedido informes de viabilidad económica y legal de ese operador. Pero me da la sensación de que Colau utiliza ese operador como una cortina de humo para esconder sus fracasos en materia de pobreza energética. Simplemente continúa con la misma tónica que gobiernos anteriores que básicamente consiste en ayudas sociales. Pero aún podrían incrementarse.

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