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Colau suspende durante un año las licencias para construir viviendas en el barrio de Gràcia

Pretende ahora preservar el patrimonio y evitar casos como el derribo de las casas de la calle Encarnación

El Ayuntamiento de Barcelona se toma un año para elaborar un catálogo de edificios protegidos patrimonialmente
El Ayuntamiento de Barcelona se toma un año para elaborar un catálogo de edificios protegidos patrimonialmentelarazon

Esta noticia es el desenlace que Ada Colau ha decidido de la historia de una encina de dos siglos que hay en un jardín de unas casas del barrio de Gràcia, en los números 15 y 17 de la calle Encarnación.

Esta noticia es el desenlace que Ada Colau ha decidido de la historia de una encina de dos siglos que hay en un jardín de unas casas del barrio de Gràcia, en los números 15 y 17 de la calle Encarnación. Todo empezó cuando los propietarios de la finca anunciaron que derribarían las dos casas para construir 28 viviendas. Los vecinos del barrio pusieron el grito en el cielo, porque con el derribo la encina con la que habían convivido toda la vida, también iba al suelo. Y eso no lo podían permitir. Pintaron pancartas que decían «la encina es nuestra vecina» y «okuparon» el jardín para evitar que la excavadora hiciera su trabajo. El Ayuntamiento de Barcelona acabó interviniendo y logró un pacto, temporal, para conservar la encina centenaria que se erige.

Ahora, tras esta historia, el equipo de gobierno de Ada Colau ha decidido suspender las licencias de nueva construcción, gran rehabilitación y planes urbanísticos durante un año en parte del distrito de Gràcia. Un año es el tiempo que espera tardar el Ayuntamiento de Barcelona en elaborar un plan especial de preservación urbanística y protección de la Vila de Gràcia y parte de los barrios de la Salut, Vallcarca, Camp d'en Grassot y Gràcia Nova.

El concejal de Gràcia, Eloi Badia, anunció ayer el decreto de suspensión de licencias de nueva construcción, gran rehabilitación y planes urbanísticos mientras los técnicos elaboran el catálogo de edificios protegidos patrimonialmente. Explicó que el objetivo es conservar la singularidad de un barrio donde desde 1960 ha habido una progresiva desaparición del tejido tradicional. En muchos puntos se ha ido desdibujando aquella ciudad jardín originaria que aún recuerda las casitas de los números 15 y 17 de la calle Encarnación que irán al suelo. Badia alega que no quedarán afectados nuevos muchos proyectos inmobiliarios porque todas las licencias concedidas hasta la fecha podrán desarrollar su proyecto. Pero la oposición tacha la medida de oportunista y electoralista. El PP dice que es «otra medida improvisada». El PDECAT añade que condena al distrito a una parálisis; ERC, que «llega tarde» y el PSC que es «exagerada».