Cuando Barcelona no podía ser una ciudad moderna

Theros publica «La fada negra», una novela sobre una etapa desconocida de la ciudad.

En los últimos años hemos visto como Barcelona ha pasado a ser prácticamente un género literario gracias a la aparición de una serie de títulos que han hecho de la ciudad algo más que un telón de fondo. Pero casi todas estas historias tienen en común, con alguna excepción, acercarse a la capital catalana de finales del XIX y principios del XX. Xavier Theros, en su debut en la narrativa de ficción, ha optado por la oscura y violenta Barcelona de 1843, asediada durante interminables meses por las bombas.

Con «La fada negra», que acaba de publicar Destino, Theros logró alzarse con el último Premi Josep Pla. Hay motivo porque el autor propone una trepidante y gótica historia en el momento en el que Barcelona sufre la llamada revolución de la Jamancia, un levantamiento muy poco estudiado y que fue llevado a cabo por las clases marginadad de aquella Barcelona que luchaba contra el estado liberal español. Es aquí donde sobrevive un personaje fascinante, el capitán Llampades, el héroe o, mejor dicho, antihéroe creado por Theros y encargado de aclarar una serie de asesinatos de niños cometidos por un desconocido criminal.

Theros explicó ayer, durante la presentación de su primera novela, que «me interesaba reflejar una sociedad que todavía no ha llegado a la modernidad, una de las épocas menos conocidas y más interesantes, porque es lo suficientemente cercana como para entenderla, pero suficientemente lejana como para que nos sorprenda».

El autor admitió que «me ha costado unos cuantos años escribir este libro», aunque con final feliz al ganar el Josep Pla. La vida del texto ha sido, como él mismo comentó, «accidentada. Una primera versión de “La fada negra” con los tres capítulos se perdió. Este ha sido un texto muy revisado y retocado que nace de la insatisfacción por la crónica de Barcelona con muchas historias literarias desconocidas».

Xavier Theros se ha servido de numerosa documentación original para poder reconstruir la Barcelona de la Jamancia, especialmente diarios de quienes vivieron esos hechos y que se guardan en la Biblioteca de Catalunya, con la excepción de uno que el autor localizó en el portal Todocoleccion. De esa Barcelona aclaró que «ya que no tiene nada que ver con la ciudad de hoy en día. No ha quedado ningún rastro».

La fascinación por la época viene dada porque «me permitía retratar una Barcelona oscura». Empachado de la realidad, como él mismo explicó, Theros reconoció que ha tenido presentes a Poe y Dickens para construir su historia, pero sobre todo al folklorista Joan Amades quien logró reunir muchas de las pequeñas historias de la tradición oral relacionadas con ese inquietante tiempo histórico.

El capitán Llampades ha hecho que Theros quiera seguir dándole vida literaria, hasta el punto que ya esté trabajando en una segunda entrega, esta vez en la segunda guerra carlista.