Barcelona
«Da un medicamento a quien lo necesita»
El Banco de Farmacéuticos inicia su VII campaña de recógida solidaria de fármacos para entidades sociales
Quizás pocos hayan reparado en ello, pero quien no tiene para comer menos tiene aún para comprar medicamentos. Uno puede pensar que no se necesita dinero para adquirir fármacos, que con la receta médica basta, pero no es siempre así. Conscientes de esta necesidad poco conocida, en 2007 un grupo de amigos creó el Banco Farmacéutico. Su objetivo: recaudar el máximo posible de fármacos básicos (que no requieren receta médica) y productos fungibles como gasas, algodón, leche en polvo para bebés, pañales para ancianos, etc para donarlos a entidades que atienden a colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión.
Para ello, desde su constitución, esta «ONG de la farmacia», como se denominan ellos, organiza anualmente una campaña de recogida de medicamentos. Hoy tiene lugar en Barcelona, Girona, Lleida, Tarragona, Madrid, Sevilla, Granada, Málaga y Badajoz, la campaña de este año. ¿Dónde? En las propias boticas.
Gran seguimiento
Sólo en la provincia de Barcelona, 211 farmacias se han adherido a la iniciativa y durante toda la jornada, ayudadas por voluntarios de Banco Farmacéutico y de las entidades participantes, recogerán los medicamentos. Algunas, incluso, lo seguirán haciendo hasta el próximo viernes, para que la captación sea mayor y pueda cubrir las necesidades de la asociaciones y organismos solicitantes.
En total, y para entender el alcance de las carencias, sólo en Barcelona se requieren 17.000 fármacos y productos que luego se distribuirán a entidades sociales. Cada una de las oenegés será la encargada de ir a recoger todo lo donado a las farmacias, explica Mercè Garrigosa, coordinadora de la campaña en la provincia de Barcelona.
De hecho, son estas mismas las que confeccionan una lista de sus necesidades básicas a partir de una más extensa proporcionada por el Banco Farmacéutico. Éste, a su vez, distribuye proporcionalmente las listas entre las boticas y pone en contacto a unos y a otros, apunta Garrigosa.
Así, el ciudadano que quiera participar sólo tiene que escoger entre ese elenco de medicamentos o productos, comprarlo, depositarlo en la caja dispuesta para la ocasión y ya habrá hecho su donativo.
Por otro lado, para evitar que la campaña se convierta en una suerte de negocio para las farmacias -el ciudadano paga por el medicamento en sí-, los farmacéuticos están invitados a realizar un donativo al final de la jornada que servirá para costear gastos de la campaña, destaca Garrigosa.
No existe ni mínimo ni máximo establecido, pero el total de la donación económica suele corresponderse, al menos, con la aportación realizada por la ciudadanía en la campaña. Así lo viene haciendo, por ejemplo, desde hace seis años, la farmacia Anna Vilàs, que situada en la avenida Républica Argentina de Barcelona, supo de ella a raíz de unas jornadas farmacéuticas y se sumo enseguida a la acción, detalla Cristina, trabajadora de la botica.
«Sensibilización»
Además, como apunta Marta Berenguer, directora del centro que Proyecto Hombre tiene en Mongat, "esta campaña es importante, no sólo por el apoyo que nos dan, sino también por su labor de sensibilización". En este sentido, las donaciones que recibe esta ONG no alcanzan a cubrir todas sus necesidades.
Cabe señalar que Proyecto Hombre ofrece tratamiento, en Cataluña, a más de 200 personas diariamente con lo que ello supone en medicamentos y productos farmacéuticos y sin tener en cuenta los fármacos que requieren prescripción médica. Pero Berenguer tiene claro que esta campaña sirve y mucho, tanto para dar a conocer una necesidad social que puede pasar desapercibida como para acercar el sector farmacéutico a ciudadanos y entidades.
Cada año son más las farmacias que se apuntan a aportar su granito de arena, aunque, dada la situación económica, no es tan así en cuanto a la recaudación se refiere. El Banco Farmacéutico tiene en mente ampliar el proyecto, tanto en ciudades como en número de campañas, pero mientras tanto, toda donación atemporal es bienvenida. Un ejemplo entre otros: los laboratorios Ferrer han colaborado con el banco regalando leche infantil.