Cataluña

«El examen de catalán ha sido más fácil que el de castellano»

A las nueve de la mañana, los alumnos empezaron a recibir los exámenes en la Facultad de Biología
A las nueve de la mañana, los alumnos empezaron a recibir los exámenes en la Facultad de Biologíalarazon

El insomnio afectó la madrugada del lunes a 30.250 alumnos catalanes. Ayer arrancaba la Selectividad y eso son palabras mayores. Algunos no pudieron dormir a causa de los nervios, otros por querer repasar hasta el último minuto, pero todos eran muy conscientes de la importancia de la cita. El problema no era aprobar o no aprobar. El año pasado pasaron el 95 por ciento la prueba. El problema era conseguir la nota deseada para entrar en la carrera que ellos quieran. Sólo el 60 por ciento consiguieron el año pasado entrar en su primera elección.

«Los convocamos muy temprano para minimizar los nervios y que se aclimaten rápido a la prueba», aseguró ayer Gemma Marfany, presidenta del tribunal 21 de la Universidad de Barcelona.

Nota de corte

A las nueve de la mañana comenzaron los exámenes. Los primeros eran lengua y literatura castellana y lengua y literatura catalana. Del primero, los alumnos salieron satisfechos, pero del segundo, todavía más. «El más fácil ha sido el de catalán. Yo soy algo paleto con el catalán y tanto la comprensión del texto como la expresión escrita eran muy fáciles», afirma Pol, un estudiante de 18 años que necesitaba un 7 para poder estudiar Comunicación.

En el examen de catalán, había un texto de la novela «La felicitat», de Lluís-Anton Baulenas y otro de Jordi Pàmies. Además, había preguntas sobre «Drames Rurals», de Víctor Català y «Laura a la ciutat del sants», de Miquel Llor. Por último, se pedía un escrito sobre el comportamiento de una masa de gente o que nombrasen un poema que les gustase y el por qué. «Han salido todos muy satisfechos, la verdad. Nos hemos tirado un año preparando para esto», señaló Manel Martínez, profesor de Lasalle Bonanova.

La compañía de los profesores es importante. En septiembre, los convocados van por su cuenta y esta indefensión se nota. «Tanto profesores como padres hacen un gran trabajo para hacerles comprender bien lo que se espera de ellos y esto les tranquiliza mucho», afirmó Marfany.

En cuanto al examen de castellano, también considerado sencillo, estaba basado en un texto de «Los jefes», de Vargas Llosa u otro de José Antonio Marina. Además, se les preguntó por poemas españoles del siglo XX o «Nada» de Carmen Laforet. Por último, se les pedía escribir las características esenciales de un texto ensayístico o una instancia dirigida al director de su centro educativo solicitando un cambio en los horarios de los exámenes. «Ha sido fácil, más o menos, aunque para mí lo más sencillo ha sido Matemáticas», comenta Aaron Fernández, estudiante que afirmaba sentirse aliviado de ver que la Selectividad no era tan difícil como la había imaginado. No era una opinión extendida, matemáticas había sido difícil para muchos.

Los exámenes continuarán hoy y mañana con asignaturas que van desde las lenguas extranjeras a dibujo técnico, historia o filosofía. El primer día siempre es el más difícil y en que los nervios se notan más, así que la sensación de prueba superada era general. Hoy las pruebas empiezan a las 8.30 horas, 30 minutos antes que ayer. «Hoy ya no preguntarán donde está el lavabo. Se han familiarizado con el sitio, le han quitado miedo y ya no hay tantos nervios», aseguró Marfany.