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El nuevo Liceo apuesta por lo contemporáneo y la educación

Valentí Oviedo arranca su etapa como nuevo director general del teatro cambiando sus prioridades

El nuevo Liceo apuesta por lo contemporáneo y la educación
El nuevo Liceo apuesta por lo contemporáneo y la educaciónlarazon

Valentí Oviedo arranca su etapa como nuevo director general del teatro cambiando sus prioridades.

La etapa de Valentí Oviedo como nuevo director general del Gran Teatro de Barcelona arrancó el pasado día 2 de mayo y desde entonces no ha perdido el tiempo. Lo primero que hizo fue reunirse con cada una de las 325 personas que conforman el equipo de la institución y tras ver el «compromiso y entusiasmo» de sus trabajadores, ahora ya tiene claro los cambios que hay que hacer para convertir al Liceo en una referencia internacional dentro del mundo de la lírica.

Oviedo cambia 180 grados el perfil elegido para liderar la institución. Sustituirá a Roger Guasch, cuyo perfil era más de gestor económico. Oviedo, que ya trabajó como gerente del Auditori, podría definirse como un perfil más arriesgado y «artístico», aunque «manteniendo el rigor y el control presupuestario». Parece que una vez se ha conseguido cierta estabilidad presupuestaria, ahora toca tomar riesgos y mirar hacia el futuro. «Tenemos que ser ambiciosos y Oviedo lo es. Convina la intrepiderz de la juventud con la sabiduría que da la experiencia», explicó Salvador Alemany, presidente del patronato del Liceo.

Lo primero que piensa hacer Oviedo será redestribuir las partidas del presupuesto para favorecer a la producción artística. En su opinión, «tenemos maneras de iniciar una nueva distribución de los presupuestos. A partir de aquí, con nuestro trabajo podemos generar tanto nuevos recursos propios como conseguir el interés de las administraciones», señaló Oviedo.

Esta nueva distribución presupuestaria se centrará en dos partidas esenciales. Por un lugar, en potenciar la actividad artística, que quiere que sea «más contemporánea y afin a los tiempos». Por otro, trabajando codo con codo con el maestro Josep Pons para dotar de más recursos tanto a la orquesta como a los coros del Liceo. «Hemos de mejorar nuestros cuerpos estables, porque son ellos los que dan visibilidad a la institución», aseguró el director general.

Otro de los ejes que quiere refundar por completo es el proyecto educativo de la intitución. «No puede ser que en el teatro no existan pedagogos o musicólogos que trabajen en este aspecto», dijo. Por este motivo, Oviedo creará una comisión de especialistas que se ocupe de ofrecer toda una serie de nuevas propuestas educativas más allá de la simple explotación de óperas para familias como hace el Petit Liceo. «Y nohablamos solo de niños, sino de adolescentes, universitarios, gente mayor. Hay que trabajar desde la raíz con estos públicos si queremos renovarlos», aseguró Oviedo, que afirmó que también se crearán nuevas formas de abonos para atraer a este público nuevo «que no es capaz de comprometerse a ver once montajes operísticos. Si todos estamos abonados a Netflix, hemos de pensar nuevas fórmulas para hacernos atractivos a muchos tipos de perfiles de espectadores», concluyó.

El objetivo final es renovar el relato de una institución que la próxima temporada cumple 20 años de su reapertura tras el incendio, una situación excepcional que atraerá mucha atención al coliseo lírico y mayores ingresos tanto públicos como de mecenaazgo. «Nuestra relación con las administraciones han de ser estrechas. Tenemos un presupuesto de 46 millones de euros y hemos de lograr redondear esta cifra. Ahora iniciamos un camino que nos ha de llevar a nuestro 25 aniversario», justificó Oviedo.

Para el director general, el Liceo ha de unir su imagen a la de Barcelona y hacer que se les relacione internacionalmente con «Hemos de apuntarnos a la imagen de la Barcelona inquieta, innovadora, moderna, hospitalaria, tecnológica y talentosa», afirmó Oviedo, que aseguró que «mi perfil es más de acción cultural, que no de política cultural. Apuesto más por lo ejecutivo, de buscar cosas que hacer. Soy de los que cree que si a mí me gusta la ópera, a muchos les debe gustar. Lo único que hace falta es hacer es hacer que llegue hasta ellos», concluyó Oviedo.