El PDeCAT se pliega a Puigdemont y se presentará a las municipales con JxCat

Los críticos afines al ex president no disputarán el liderazgo a Marta Pascal, que habla de listas «transversales»

El PDeCAT seguirá sin presentarse como marca propia a unas elecciones. La formación nunca ha concurrido con su nombre desde que cogió el testigo de la extinta Convergència en 2016 y tampoco lo hará en la próxima cita del calendario: los comicios municipales del año que viene. Los neoconvergentes han cedido ante Carles Puigdemont y acudirán a las urnas bajo el paraguas de Junts per Catalunya para tratar de conservar las 400 alcaldías que atesoran en el territorio y volver a ser la primera fuerza del bloque independentista

«Podemos escoger entre un proyecto político autocomplaciente o ser un proyecto político abierto, dinámico y plural, capaz de seducir políticamente a la sociedad catalana», explicó ayer la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ante el Consejo Nacional de la formación.

Pascal habló de «ambición» electoral y defendió la decisión explicando que es necesario «abrir las costuras» del partido neoconvergente y hacer que sus «perímetros se ensanchen». «Debemos fortalecer el partido en la línea de sumar complicidades. Este fortalecimiento debemos hacerlo con actitudes de suma, de generosidad, con la tan preciada transversalidad», señaló en un discurso ante los principales cuadros del partido. «Estamos aquí para ganar la libertad de Cataluña. Esta es la guía política que nos marca el camino», concluyó en un discurso muy en la línea de Puigdemont.

Es más, el gesto de ceder ante el ex president y concurrir con su marca electoral a las municipales de 2019 responde a un intento de Pascal de acabar con las maniobras internas de los críticos de Moment Zero, que pedían un acercamiento total a Puigdemont.

En concreto, esta corriente amenazaba con disputarle la dirección del partido a Marta Pascal con la candidatura del alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals en el congreso que la formación celebrará en julio, algo que finalmente no ocurrirá y que ni se llegó a plantear en el consejo nacional de ayer. La formación demócrata debe «seguir poniendo en valor el liderazgo de la gente que está en la cárcel y en el exilio y de los alcaldes» y alejarse del «debate interno permanente», aseguró Pascal.

En este sentido, una de las primeras decisiones que se tomaron ayer fue fijar un consejo nacional extraordinario para el próximo viernes al que asistirá el presidente de la Generalitat, Quim Torra, independiente en la lista de Junts per Catalunya y muy cercano a la órbita de Carles Puigdemont.

Una maniobra que servirá para validar públicamente un proyecto que el PDeCAT espera consolidar en la asamblea del próximo mes de julio, fijada entre los días 20 y 22.