El poeta Joan Margarit gana el Premio Jaume Fuster que otrogan los escritores

El poeta Joan Margarit recibió ayer el XV Premio Jaume Fuster, que otorga la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC), en reconocimiento a su trayectoria y por la divulgación que ha tenido su obra. Arquitecto de profesión, Joan Margarit, nacido en Sanaüja (Lleida) en 1938, recibió el galardón de manos de la presidenta de la AELC, Bel Olid, un diploma y una pluma conmemorativa. El poeta agradeció que hayan sido los «colegas» del «oficio más solitario del planeta», los que hayan pensado en él.

Su amigo, el crítico e historiador de la literatura, Sam Abrams, destacó que Margarit es un «poeta total», que acorta «la distancia entre su vida y su obra», de «una extraordinaria sutileza», con una voz «distintiva, original, inconfundible, ninguna otra se le parece». A la vez, Abrams destacó que es uno de los poetas que más lectores tiene en catalán y, aunque sus poemas parezcan fáciles de comprender, alertó que su obra «es todo menos llana».

Encuadrado en el denominado «realismo lírico», Abrams concluyó aseverando que se trata de un poeta «moderno, inteligente, de las emociones y las ideas, que está por la construcción de una obra, culturalista, autoreferencial» y también es un poeta de la «alteridad, de la autenticidad».

Margarit, por su parte, recordó la larga amistad que mantiene con Abrams, la persona que más le ha ayudado a construir su obra, aunque aseguró que sus mayores influencias fueron la poesía anglosajona y de la china. El escritor habló de la «necesidad de autenticidad» de «cruzar barreras sociales y decir lo que se piensa y si hay que pagar por ello, hacerlo igualmente».

Asimismo, Margarit aseguró que «todos somos hijos de Platón». Respecto a la influencia de los autores catalanes, el poeta afirmó que sobre todo aprendió «de la soledad inmensa de Verdaguer, que conocí a través de mi abuela».