Turismo
El turismo crece un 4,6% en Barcelona pese a la caída del visitante nacional
Colau replica a los hoteleros que eviten «visiones catastrofistas», pierden un 14% de facturación, pero tienen más oferta
En tres años y medio, el gobierno de Ada Colau no ha logrado restablecer la buena relación con los hoteleros de la ciudad. Tampoco los vecinos de los barrios con mayor presión turística acaban contentos con su gestión en este ámbito.
En tres años y medio, el gobierno de Ada Colau no ha logrado restablecer la buena relación con los hoteleros de la ciudad. Tampoco los vecinos de los barrios con mayor presión turística acaban contentos con su gestión en este ámbito. Hace apenas quince días una marcha de ciudadanos indignados plantó en la plaza Sant Jaume pancartas con frases de denuncia como «mi barrio no es un parque temático» o «no al turismo de borrachera». Lograr un equilibro entre la actividad turística, que representa el 11% del PIB de la ciudad, y la vida cotidiana, se antoja más difícil para el Ayuntamiento de Barcelona que la búsqueda del Santo Grial. Colau empezó anunciando una moratoria para poner coto a nuevos hoteles en el centro y acaba enzarzada en una discusión con el sector hotelero por la interpretación de las cifras que el sector turístico ha dejado este verano.
En una comparecencia ayer ante la Prensa, el concejal de Turismo, Agustí Colom, informó de que Barcelona cierra el verano con un incremento moderado de visitas. Entre junio y agosto, los hoteles de la ciudad alojaron 2.279.514 turistas, un 4,6% más que el verano pasado. Se registraron 5.938.557 pernoctaciones, un ligero 0,66% más respecto a 2017. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 84% de los turistas era extranjero. Cae la visita de turistas españoles, son 1.418 menos que hace un año. Aún y así las visitas del resto de Comunidades Autónomas son las más numerosas, 357.179. El turismo internacional crece un 5,58%, sobre todo el que viene de los Estados Unidos (+18,24%) y países emergentes como China y Brasil (+12%). Se recupera el turismo francés (+12%), pero la ola de calor del norte de Europa hace caer el turismo de Noruega (-17%) y Suecia (-14%).
Si a los turistas que durmieron en hoteles, se suma los que lo hicieron en albergues, pisos turísticos ... en total, se calcula que este verano visitaron la ciudad 4,6 millones de personas. Es un 30% del conjunto de visitas que recibe Barcelona al año.
Hay un 0,95% más de turistas que se alojan en pisos turístico, aunque las pernoctaciones caen un 5,47%. Colom lo asocia a que los «millenials», principales usuarios de los pisos turísticos, viajan a más destinos, pero están menos tiempo. En general, las estancias son más cortas pero los turistas gastan más, 84 euros al día (un 44,8% en restauración, un 21,6% en compras, un 17,8% en entretenimiento y un 12% en transporte). La cifra pone en entredicho la acusación de los hoteleros de que «el turismo pierde calidad». Facturan un 14% menos, pero Colom recordó que rebajan precios tras un 2017 de subidas récord.
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