Política

Interior

«El viernes habrá disturbios y tortas, se ha dado mucho aliento a los CDR»

Los Mossos d'Esquadra insisten en que la Llotja de Mar no es la mejor ubicación. Alertan de que pueden llegar más de 3.000 radicales de países europeos. No están seguros sobre si el dispositivo será suficiente

Los CDR llevan días caldeando el ambiente de cara al viernes, después de protagonizar diversos incidentes a lo largo del territorio catalán, sobre todo en las carreteras
Los CDR llevan días caldeando el ambiente de cara al viernes, después de protagonizar diversos incidentes a lo largo del territorio catalán, sobre todo en las carreteraslarazon

Los Mossos d'Esquadra insisten en que la Llotja de Mar no es la mejor ubicación. Alertan de que pueden llegar más de 3.000 radicales de países europeos. No están seguros sobre si el dispositivo será suficiente.

Los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Civil, y todas las administraciones son conscientes de que el próximo viernes puede ser un punto de inflexión, sobre todo en materia de seguridad. Se celebra por primera vez en 42 años un Consejo de Ministros, y habrá unas más que fuertes medidas de seguridad. Podrían haber unos 9.000 policías desplegados en toda Cataluña por este motivo.

De ellos, unos 8.000 serán de los Mossos. Con todo, estas cifras se tienen que confirmar. El motivo es que el independentismo plantea la jornada de dos maneras diferentes. Por una parte, entidades como Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) tienen previstas manifestaciones pacíficas. Por otra, los Comités de Defensa de la República (CDR) se están movilizando con miles de sus seguidores, lo que puede provocar graves altercados en el centro de Barcelona. El consejo será en la Llotja de Mar, un espacio emblemático pero considerado por los Mossos como una «ratonera».

Desde la Generalitat se vende la imagen de que todo está bajo control y de que no habrá altercados, pero los Mossos aparentemente no lo tienen tan claro. Desde la asociación Mossos Constitucionalistas son contundentes. Su presidente, Ángel Gómez, señaló a LA RAZÓN que este día puede ser un «punto de inflexión, una huida hacia adelante». Parece seguro de que «habrá disturbios, lo van intentar», en referencia a los CDR, que amenazan.

Gómez añadió otro problema. A los radicales que están actuando en las últimas semanas en diferentes puntos de Cataluña, cortando carreteras y levantando peajes, se podrían unir más de 3.000 antisistema de diversos países europeos.

A ello se añade la posibilidad, nada confirmada, de la campaña llamada «gripe azul». Consiste en estar enfermo el viernes, y podría tener un considerable seguimiento. Es fruto del importante malestar que arrastran desde hace mucho tiempo los Mossos, que denuncian precarias condiciones laborales.

Sobre la ubicación del Consejo de Ministros, en la Llotja de Mar, Gómez insistió en que puede «provocar un colapso, pueden quedar encerrados». A su juicio, todos estos factores demuestran «falta de fortaleza del Gobierno».

Por su parte, desde el sindicato mayoritario CSIF, lamentan que «se ha dado aliento a los CDR, por lo que consideran que «podrían haber tortas». Grave parece también que denuncien que «no tenemos plantilla sufieciente para afrontar el 21–D». De momento, lo que es seguro es que se han modificado los horarios de los agentes tanto para el jueves como para el viernes. El cuerpo sabe que afronta un gran reto para su prestigio.

Cumbre del Gobierno en el peor momento entre Mossos e Interior

La celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, prevista para el viernes, obligará a realizar un fuerte dispositivo policial en la capital catalana. Aparte de las amenazas de los CDR, la reunión no llega ni mucho menos en el mejor momento de las relaciones entre los Mossos y la conselleria de Interior. Durante el día de hoy, sindicatos del cuerpo explicarán en rueda de Prensa su situación ante el 21–D, pero también denunciarán lo que consideran una «precaria» situación, que se arrastra desde hace mucho tiempo. En las últimas semanas ya han protagonizado algunas protestas, llegando a cortar las calles adyacentes a la sede del departamento. Lo que piden es una mejora de sus condiciones laborales, como por ejemplo la equiparación de sus sueldos con los de los Bomberos de la Generalitat. Las declaraciones del conseller, Miquel Buch, que calificó de «policía no democrática» las cargas de los Mossos a los radicales que se manifestaron el Día de la Constitución en Girona, no ayudaron precisamente a calmar los ánimos dentro de la Policía Autonómica.