Elena Barraquer: «En 10 años no ha cambiado la solidaridad pero sí las necesidades»

BARCELONA- ¿Tras 10 años, cuál es el balance de la Fundación Barraquer?

– Muy positivo y la verdad es que las cosas han ido in crescendo, mucho más de lo que podíamos esperar. Llevamos 49 expediciones, hemos calculado que hemos operado unas 3.000 cataratas. Al ritmo que vamos, y teniendo más experiencia y mejores métodos, más ayudantes y mejor tecnología, el número de cataratas va ir aumentando de manera exponencial.

– ¿Se plantean nuevas metas?

– Abrir nuevas expediciones, sí. Nos da pena no seguir en algunos de los sitios a los que hemos ido muchas veces pero hay países en los que no te da la sensación de ser muy bienvenido a pesar de que alguien del gobierno o ellos mismos te hayan invitado. Por ejemplo, en la expedición del año pasado a Senegal, les pusieron muchos problemas para trabajar durante el fin de semana en el hospital pero es que tampoco podemos nosotros dejar nuestro trabajo aquí días y días. En Marruecos, nos pasó lo mismo el año pasado porque era el día de la Marcha Verde. En cambio en la última expedición del Congo nos dejaron trabajar hasta muy tarde por la noche y nos sentimos muy bienvenidos. Hay que tenerlo en cuenta y escoger los sitios donde gracias a la gente que nos acoge puedes trabajar más.

– ¿Cómo los escogen?

– Casi siempre porque alguna ONG u organización, sea de aquí con base allí o del propio país, nos llama. Ahora estamos pendientes de organizar varias expediciones con la Fundación Coca-Cola con la que hemos firmado un convenio de colaboración. Ellos tienen bases en varios países africanos, justamente en aquellos a los que no viajamos, con proyectos sanitarios y nos han pedido que sumemos nuestra tecnología y ayuda a estos proyectos. También nos han pedido que vayamos las primeras damas de Angola y la de la República del Congo porque conocen nuestro trabajo gracias a la primera dama de la República Democrática del Congo. Ahora, todo hay que estudiarlo.

– ¿Se han planteado crear un equipo itinerante?

– Es muy difícil, no todo el mundo se siente capaz de operar en las condiciones en las que operamos. En el Congo, por ejemplo, nos encontramos con un quirófano que daba miedo y en el que tuvimos que arremangarnos y limpiar el suelo con lejía porque estaba todo asqueroso. Hay mucha gente a la que esto no les va.

– ¿Cuál es la situación más difícil que ha vivido?

– No es tanto desde el punto de vista físico, porque desde luego hemos tenido experiencias de todos los colores. En Senegal, estaba tan incómoda en la única silla que encontramos un poco decente que acabé con un llaga en una nalga y con una ciática que me duró cuatro meses. Pero esto es lo de menos. La peor situación es cuando, por falta de tiempo o material o mala organización de quienes nos reciben, quedan muchos pacientes por operar. Es lo que siempre da más pena.

– Y, ¿la más positiva?

– En la expedición que hicimos a Bangladesh patrocinada por Unilever, el pasado febrero, nos encontramos con un equipo local increíble, muy colaboradores.

– ¿Se han propuesto hacer hincapié en acciones solidarias en Barcelona o Cataluña?

– Lo estamos haciendo. Hemos tenido una reunión con la delegada de salud del Ayuntamiento de Barcelona, con el delegado de Salud de la Generalitat también, pero es bastante difícil y complicado porque la burocracia tiene sus intríngulis y cuando un paciente entra en el circuito sanitario público es muy difícil que pueda salir para operarse en otro sitio si no es mutuo propio. Pero lo estamos intentando y espero conseguirlo a través de la Mesa del Tercer Sector, porque hay mucha necesidad.

– ¿La crisis les está afectando de alguna forma?

– Creo que en tiempos de crisis la gente se da cuenta de que hay quien puede estar peor y quiere seguir aportando su granito de arena. Quizás no se pueda dar tanto, pero sí hay más gente que aporta. Además, desde la Fundación somos muy creativos y organizamos todo tipo de eventos para todos los bolsillos y gustos.

– ¿La solidaridad ha cambiado en estos 10 años?

– No, no creo. Lo que ha cambiado son las necesidades, cada vez hay más. Antes pensábamos que África estaba muy lejos, pero como dijo Artur Mas se está acercando más a España, Cataluña y Barcelona. Cada vez tenemos más «África» en España.

– Más allá de operar, también tratan de formar a personal de los países de destino, ¿se plantean potenciarlo de alguna manera?

– Invitamos a las personas con las que colaboramos y que tienen interés en aprender. Les pedimos que se financien el billete, luego, una vez en Barcelona, les costeamos el alojamiento, la manutención y la formación, por lo que en parte depende un poco de sus posibilidades y las ganas.

En primera persona

La Fundación Barraquer cumple 10 años superando expectativas. Su directora, la oftalmóloga Elena Barraquer, no quiere dejar pasar la ocasión de agradecer a su padre, el profesor Barraquer, el gesto que llevó a la creación de la entidad. «El mejor regalo que me ha podido hacer fue vender su coche, que era único en el mundo, y con eso iniciar la Fundación. Porque, en ese momento no lo sabía, pero ha sido el sueño de mi vida. Me encanta», declara agradecida.