Política

Cataluña

Enfermeras y celadores de la sanidad concertada se sublevan contra los médicos

Irán a la huelga si no logran las mismas condiciones que los doctores firmaron fuera de convenio

Los médicos protestaron el año apsado ante el Parlament
Los médicos protestaron el año apsado ante el Parlamentlarazon

Hace cinco meses que una de las tres comadronas que trabaja en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Sant Cugat, que atiende a una población de 89.000 habitantes, está de baja por maternidad. Y no la han sustituido. Como consecuencia, sus dos compañeras tienen que asumir su trabajo. Es el pan de cada día en la sanidad concertada catalana (SISCAT). En una jornada laboral como la del lunes, de 8.15 horas a 15.00 horas, una enfermera atendió a 22 pacientes –las comadronas tienen más tiempo por paciente que los médicos, 20 minutos–.

Para reclamar un derecho como que se cubran las bajas laborales, se actualicen los convenios o la paga anual por objetivos –congelada hace cinco años–, enfermeras, celadores y demás profesionales de la sanidad concertada, sin contar a los médicos, protestaron ayer frente al Parlament de Cataluña. Quieren los mismos derechos que los médicos han acordado fuera del II Convenio Laboral Siscat. Ante la amenaza de huelga de los médicos de la sanidad concertada, el sindicato Metges de Catalunya, las patronales Unió Catalana d'Hospitals (UCH), Consorcio de Salud y Social de Catalunya (CSC) y la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES) negociaron un nuevo acuerdo en febrero. Los médicos estaban descontentos con el II Convenio Siscat, acordado en noviembre. Con esta revisión al margen del convenio, los médicos ganan, por ejemplo, más tiempo para atender a los pacientes –tendrán un máximo de 28 visitas diarias–.

UGT, CCOO y SATSE, los tres sindicatos que representan al resto de profesionales de la sanidad concertada, denuncian que este acuerdo específico para los médicos fue «una mala jugada» que pone en peligro los logros del convenio acordado en noviembre. Consideran que «es el único instrumento para fijar las condiciones de trabajo sin discriminar a ningún sector». Y en protesta han convocado una huelga del 3 al 5 de abril. Igual que los médicos, reclaman fijar un mínimo de un 20% de la jornada a formación o investigación, regular los descansos o equiparar sus condiciones laborales a los sanitarios de la pública, que han revertido antes algunos recortes cercenados por la crisis.