Golosinas que son regalos

Las golosinas siempre han sido un detalle muy socorrido a la hora de sorprender a niños y no tan niños. Pero si además éstas se presentan en formas y diseños especialmente atractivos y originales, mucho más.

Ésta es precisamente la propuesta de Pirulas, una tienda de diseño de golosinas ubicada en la avenida Diagonal de Barcelona.

Esta particular tienda ofrece un producto diferenciado y personalizado, donde a partir de las golosinas de toda la vida y mediante el juego de colores y formas, dan vida a originales detalles para regalar en eventos especiales como bautizos, comuniones, bodas o para ofrecer como regalos de empresa. Espectaculares y muy llamativos son también sus centros de mesa o sus pasteles diseñados para la ocasión. En fin, sus productos «customizados» se adaptan a los gustos y el bolsillo del cliente, ya que cada uno puede elegir la materia prima y el resultado final deseado y Pirulas se encarga del diseño para dar lugar a regalos y detalles a medida.

Especialmente atractivas son las piruletas de Pirulas, la seña de identidad de la tienda, las cuales combinan los colores y las golosinas para dar al producto formas divertidas, normalmente simulando flores o árboles.

En Pirulas, las golosinas, algo tan sencillo pero a la vez tan deseado, se convierten en el regalo perfecto. «Cuando mis hijos eran pequeños, cada Navidad les regalaba chucherías, pero éstas normalmente vienen a granel por lo que yo me trabajaba una presentación y diseño bonito para poderlas convertir en un regalo. A partir de aquí, pensé en abrir un negocio dedicado precisamente a esto: a dar un aspecto de regalo a las típicas golosinas a granel», explica la dueña Susana Escat. Por este motivo, en la tienda se muestran también complementos como cajas, muñequitos o letras de madera que pueden convertirse en el detalle perfecto para acabar de dar forma a un regalo cuyo protagonista son siempre las golosinas, que pueden ser también sin gluten y sin azúcar.

Así, en 2011, Susana Escat, interiorista de profesión, siempre dedicada al sector de la construcción, decidió reciclarse ante la crisis del ladrillo y montó en el casco antiguo de Tarragona su primera tienda Pirulas. Un año después surgieron problemas con el local donde tenía ubicado el negocio, por lo que decidió trasladarse a Barcelona y abrir su primera tienda en el barrio de Sarrià. La cosa funcionó y en mayo de 2012 se lanzó a abrir la segunda, en el centro comercial Pedralbes Centre.

Además, Pirulas también ofrece la opción de comprar on line a través de su página web.