Golpe al comercio y al transporte público

Varias asociaciones alertan de que el impacto de la huelga de taxis afecta ya al 25% de la actividad. La movilidad ciudadana, seriamente perjudicada por la saturación.

La huelga indefinida de taxis ha golpeado la actividad económica de Barcelona en pleno verano, una ciudad repleta de turistas por estas fechas, con la tasa de ocupación hotelera por las nubes y los restaurantes, comercios y demás servicios llenos hasta la bandera. Varias asociaciones alertan de que el parón afecta ya al 25% de la actividad normal ,una cifra considerable teniendo en cuenta que la protesta ha explotado este mismo fin de semana.

«Hay una afectación clara», advierten desde Barcelona Oberta, la unión de los principales ejes comerciales y turísticos de la capital catalana. Según la entidad, el comercio se ha resentido «entre un 15 y un 25%» del viernes al lunes, uno de los fines de semana con mayor movimiento turístico en la ciudad. «La restauración es el sector que más está sufriendo», explican a este diario.

Desde Barcelona Oberta, además, critican la «pasividad» de las administraciones implicadas –en especial, la del Ayuntamiento de la capital catalana– por permitir «la ocupación constante de la vía pública» y el enquistamiento de un conflicto que, a su juicio, ha acabado por dañar la economía y la «imagen turística» de la ciudad. «Todo el mundo tiene su derecho a manifestarse libremente, pero se debería hacer más por solucionarlo», apuntan. «Venimos de donde venimos», aseguran sobre los resultados turísticos del año pasado, afectados por los atentados terroristas del verano y por la escalada de tensión derivada del proceso independentista. «Ahora esto no ayuda nada, da muy mala imagen», denuncian en Barcelona Oberta.

En este sentido, la Fundació Barcelona Comerç también se ha sumado a las críticas de la oposición por los efectos colaterales de la huelga del taxi. Los comerciantes han expresado en un comunicado su «preocupación» por la situación de «colapso» que vive la capital catalana y reclaman «propuestas urgentes que faciliten una solución a la movilización del sector del taxi».

«La gente quiere pasear y comprar con tranquilidad, evitando los conflictos. Por ello, muchos han optado hoy por otras zonas», asegura el vicepresidente de RETAILcat y presidente de la Fundació Barcelona Comerç, Salva Vendrell. La entidad, además, añade otra cifra: uno de cada tres trabajadores de grandes establecimientos han tenido problemas para acceder a sus puestos de trabajo estos últimos días.

De hecho, la movilidad ciudadana y el transporte público también se han visto seriamente afectados por la huelga de taxis. La gran afluencia de gente y turistas en hora punta en el metro y los autobuses complican el día a día de una ciudad que recibe a miles de extranjeros al día. Ayer se repitieron las colas en plaza Espanya para el Aerobus y el colapso fue severo a primera hora.