Cataluña
La negociación entre Junts pel Sí y la CUP se intensifica y avanza
«Muy bien, muy bien», respondían ayer los negociadores de Junts pel Sí y la CUP a la pregunta de cómo había ido su reunión en el Parlament para tratar de alcanzar un acuerdo de investidura. Lo cierto es que ambas partes parecen decididas a no poner en riesgo la mayoría independentista de 72 diputados con unas nuevas elecciones en marzo y, en consecuencia, se han puesto manos a la obra para resolver las diferencias que les separan, particularmente en todo lo referido a la agenda social que hay que aplicar esta legislatura en Cataluña.
El ex diputado David Fernández ha dado un empujón al pacto que podría ser prácticamente definitivo. Fernández abogó anteayer de forma pública, en un artículo en el diario «Ara», por ceder dos votos a Junts pel Sí para posibilitar la investidura de Artur Mas y así evitar que el proceso indepentista descarrile. Su propuesta apenas mereció contestación por parte de la CUP, ya que pocas voces se atrevieron a desautorizarlo. Los anticapitalistas, eso sí, subrayaron que debe ser la asamblea del partido quien la ratifique en su reunión del 27 de diciembre. «No es la postura oficial de la CUP, pero sí es una postura muy interesante de una voz autorizada», afirmó el también ex diputado Quim Arrufat.
La reunión de los negociadores se centró en concretar el plan de choque social que la CUP aspira a poner en marcha en Cataluña para dar respuesta a las urgencias en materia de vivienda o de pobreza energética. Aunque las medidas acordadas permanecen en secreto, los dirigentes de Junts pel Sí y de la CUP aseguran que el pacto está madurando y que dentro de pocos días podrían unificarse las mesas de negociación.
En todo caso, nadie se atreve a hacer pronóstico respecto a la asamblea de CUP. De hecho, el propio Mas aseguró ayer, en una entrevista en la cadena Ser, que no descarta unas nuevas elecciones en marzo y aseguró que, llegado este escenario, volverá a ser candidato a la Generalitat.
Su propósito, sin embargo, es seguir adelante con el proceso soberanista si le invisten, lo que implica impulsar leyes para preparar estructuras de Estado, aunque no sean operativas hasta que llegue la independencia. Mas también aseguró que llamará al próximo presidente del Gobierno para dialogar, y recordó que la resolución independentista –la cual no ha perdido sus efectos políticos, dijo tras la anunlación del TC– habla de negociar con el Estado, además de con la UE: «Seguro que se pueden encontrar soluciones si todos respetamos nuestra propia legalidad».
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