CUP

La CUP reprocha a Artur Mas que se apoque ante el juez en su defensa

Los antisistema piden que asuma que desobedeció la resolución del Tribunal Constitucional

En la imagen, Artur Mas a, ayer, a la entrada del TSJC acompañado por su mujer
En la imagen, Artur Mas a, ayer, a la entrada del TSJC acompañado por su mujerlarazon

Los antisistema piden que asuma que desobedeció la resolución del Tribunal Constitucional.

Con toda probabilidad, Artur Mas no tendrá otra oportunidad como su juicio por el 9-N para resucitar políticamente –si no es finalmente inhabilitado–. Y de ello fue consciente también para preparar su declaración, en la que intercaló arrebatos de heroicidad al asumir «toda la responsabilidad» y amilanamiento al atribuir a la falta de claridad de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) su presunta desobediencia. Es decir, salir indemne aunque con todos los honores de «mártir». Y la CUP no pasó no pasó por alto esta estrategia de defensa, que coincidió en sus críticas con la oposición. Los anticapitalistas se alinearon ayer con los reproches de PP y C’s, aunque con distinto tono.

Si las dos formaciones constitucionalistas acusaron a Mas de «cobarde» en su declaración por achicarse ante el juez y no reconcer que había vulnerado la legalidad con la organización del 9-N como sí presumía en su momento, la CUP se pronunció en la misma dirección para criticar que se acogiera en su defensa a «una brecha legal» y no asumir que se desobedeció una «orden injusta y las consecuencias políticas que se derivan de esa desobediencia». Estos reproches del diputado de los antisistema, Albert Botran, se dirigían concretamente a los abogados de la defensa que adujeron que el Govern había hecho un requerimiento de aclaración al TC para saber si podía realizar un proceso participativo y éste no respondió.

Con todo ello, la CUP apuntaba ayer al referéndum que tiene comprometido el gobierno catalán, ya que «con casi total seguridad habrá una prohibición del Estado» para que no se celebre. Para ello, Botran pidió «estar preparados para asumir las consecuencias de desobedecer esa orden». «Será ilegal a ojos del TC, pero no debe hacernos recular», advirtió el diputado anticapitalista.

Así, Botran avisó al Govern que no cabe amedrentarse en la prometida consulta de autodeterminación y aprovechó para rescatar el debate sobre la fecha. El cupero aseguró que fijar el día de la votación «no es incompatible» con la internacionalización del proceso, con la vía del acuerdo con el Estado o el Pacto Nacional por el Referéndum. Para demostrarlo y redoblar la presión sobre el ejecutivo catalán, recordó que cuando Escocia celebró su referéndum de independencia, primero se fijó una fecha para después acordar con el Estado la forma de hacerlo. En este sentido, además criticó que el independentismo «ya va tarde» en la campaña a favor del «sí» en la consulta.

Poco después, el portavoz adjunto de Junts Pel Sí, Roger Torrent, respondió que la fecha es una «atribución» del Govern, pero garantizó la celebración del referéndum. Aseguró que se llevará a cabo «pase lo que pase», en alusión a un hipotético fallo en contra del Consell de Garantías Estatutarias a los presupuestos por la partida para realizar la consulta.