
Cataluña
La Fira genera más de 2.600 millones y 40.500 empleos
La actividad de la institución ferial equivale al 1,21 por ciento del PIB de Cataluña, según un estudio elaborado por Esade

Con el fin de cuantificar y poner de relieve la destacada aportación de la Fira de Barcelona a la ciudad y sus inmediaciones, la institución ha encargado un estudio al Instituto de Gobernanza y Dirección Pública de ESADE, el cual certifica a partir de los datos registrados en el período 2012-2014 que el impacto económico anual de la Fira es de 2.624 millones de euros, el cual genera un Valor Añadido Bruto (VAB) de 2.360 millones de euros, equivalentes al 1,21% del PIB de Cataluña.
De ese impacto económico, un 53,4% procede de la creación de actividad económica, mientras que el 39% corresponde a los gastos de visitantes y expositores, un 6,3% a los gastos operacionales y un 1,3% a la inversión en infraestructuras. En términos de recaudación impositiva, la actividad de la Fira implica anualmente un ingreso de aproximadamente 782 millones de euros para la Hacienda pública, procedentes del IVA (411,87 M€), el IRPF (178,08 M€), y el impuesto de Sociedades (191,92 M€).
El análisis de las cifras recogidas en esos dos años, en los que se celebraron 200 eventos con la participación de más de 27.000 expositores directos y más de 2 millones de visitantes anuales, permite estimar en 40.580 los puestos que la actividad ferial mantiene, más de la mitad de los cuales se producen en los sectores de la restauración, el alojamiento el comercio, transporte y ocio, y en 1.398 millones de euros la remuneración de asalariados.
Así pues, por cada euro invertido en operaciones y en infraestructuras relacionadas con la actividad ferial se generan 19,5 euros en Valor Añadido Bruto; 11,5 euros en remuneración de asalariados y 6,5 euros en recaudación impositiva, mientras que por cada millón de euros de estos gastos se generan 355 puestos de trabajo. Además, los principales sectores que se benefician del impacto económico de la Fira son la restauración (9%), el alojamiento (9%) y la tecnología (9%), por delante del comercio (8%) y del ocio (6%), pero su actividad no sólo es motor y dinamizador económico sino que también conlleva un impacto social, muy difícil de cuantificar pero que este informe, por primera vez, trata de identificar sus bases para más adelante poder estimar sus indicadores.
En este sentido, los valores sociales de la Fira son: el desarrollo económico y productivo, el espacio público, el polo de centralidad metropolitana, la cohesión social, el posicionamiento e identidad y el conocimiento e innovación.
Con estas cifras, pues, no es de extrañar que Josep Lluís Bonet, presidente de la Fira, destacara ayer su «satisfacción por los resultados del informe», el cual «actualiza y pone en valor el impacto económico y social de la institución en un momento en el que se está superando una grave crisis».
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