La Generalitat exige el traspaso de Cercanías y el Gobierno replica: «Es la mejor red de España»

Tras el colapso ferroviario que sufrió el jueves la capital catalana, el choque de acusaciones entre Gobierno y Generalitat no ha conseguido zanjar un asunto que lleva discutiéndose desde que José Blanco, el que fue ministro de Fomento en la anterior legislatura socialista, y el ex president José Montilla firmaran en 2010 el traspaso de Cercanías de Renfe a Cataluña, apuntándose un tanto que nunca ha conseguido tomar forma.

Mientras que más de 8.300 personas reclamaban la devolución exprés del importe del billete del tren que no pudieron coger a su hora, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, hizo un llamamiento a la calma ante las insinuaciones que señalaron el boicot al transporte catalán como posible consecuencia de las averías que sufrieron los sistemas informáticos de Rodalies y el Metro de Barcelona. El responsable de infraestructuras de la Generalitat aprovechó para reclamar la inversión garantizada,de la que asegura que solo se han pactado 400 millones de inversión de los 4.000 prometidos, y de esos 400 solo se han ejecutado un 20 por ciento. En una entrevista a RAC-1, Vila pidió la sobernia catalana para, entre otras cosas, poder gestionar el servicio ferroviario con un operador que puede ser «público o privado, no importa, pero que sea fuerte y pueda castigar»,

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, desvinculó el caos vivido el jueves con un fallo del software que controla los trenes y apuntó como la principal causa la falta de inversión del Estado en la red ferroviaria. Por ello, Ortega reclamó «el traspaso total de Rodalies a la Generalitat sin más dilaciones» y lamentó que la mejora del transporte catalán «no sea una prioridad para el Gobierno».

«Por cada euro invertido en Madrid se han invertido dos en Cataluña», Así respondió la vicepresidenta del ejecutivo, Soraya Sáez de Santamaría, tras criticar que se utilice un problema como este para «hacer campaña independentista» . En este sentido, recordó que las líneas 9 y 10 del metro de Barcelona, competencia de la Generalitat, tambiém se paralizaron por un problema informático. «¿Eso también va ligado a la indepencia?, yo creo que cabe más seriedad», ironizó.