Partidos Políticos

La oposición aboca a Colau a la moción de confianza para aprobar los Presupuestos

ERC le exige «reciprocidad» en las cuentas de la Generalitat para emitir su voto favorable y Pisarello lo descarta

Gerardo Pisarello y Jaume Collboni, ayer, durante la presentación del proyecto del presupuesto de 2017
Gerardo Pisarello y Jaume Collboni, ayer, durante la presentación del proyecto del presupuesto de 2017larazon

El Ejecutivo de Ada Colau, inmerso en una profunda crisis tras la amenaza de moción de censura, sabe que el camino para la aprobación de los presupuestos de 2017 será tortuoso. Ayer inició una ronda de contactos con los grupos de la oposición para explorar los posibles apoyos, pero el acuerdo se atisba complicado

El ejecutivo de Ada Colau, inmerso en una profunda crisis tras la amenaza de moción de censura, sabe que el camino para la aprobación de los presupuestos de 2017 será tortuoso. Ayer inició una ronda de contactos con los grupos de la oposición para explorar los posibles apoyos, pero el acuerdo se atisba complicado. De ahí que, ante la falta de apoyos, la alcaldesa se vea obligada a repetir la fórmula que ya utilizó Xavier Trias en en 2014: presentar el proyecto de presupuestos vinculado a una cuestión de confianza.

«La moción de confianza es una herramienta que no nos asusta pero no es el horizonte que contemplamos», declaró ayer el teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, partidario de seguir buscando acuerdos con los que hasta hace poco eran sus socios, ERC y la CUP. No obstante, la entrada del PSC en el gobierno de BComú abrió una brecha que parece insalvable con estos dos partidos. En el encuentro con ERC, «hubo más excusas que complicidades», criticó el portavoz municipal de ERC, Jordi Coronas, quien anunció que el voto favorable de su grupo estaría condicionado a la «reciprocidad de BComú y el PSC en el Parlament». Es decir, que para que los republicanos avalen el presupuesto de Colau primero Catalunya Sí que es Pot y el PSC tendrían que apoyar las cuentas de la Generalitat. Además, Coronas lamentó que Colau sólo ha cumplido con el 50% de lo que pactaron el año pasado e instó a la alcaldesa a poner en marcha a lo que se comprometió, esto es la llegada del metro a la Zona Franca y el traslado de la cárcel Modelo y de la Trinitat.

Por su parte, la CUP, ya anunció que su apoyo a las cuentas estaría condicionado a que «la Guardia Urbana finalice la represión hacia la venta ambulante». En la reunión de hoy tampoco se espera que los antisistemas sean algo más flexibles.

Con CiU, el principal partido de la oposición, el diálogo está descartado teniendo en cuenta que fueron ellos los que impulsaron el amago de moción de censura contra la alcaldesa. El portavoz convergente, Joaquim Forn, de hecho, expresó «sus dudas sobre que estos presupuestos vayan a aprobarse».

El juego de equilibrios al que se ve abocado el ejecutivo de Colau, hizo que la presentación del proyecto de presupuestos quedase en un segundo plano. Pisarello y Collboni presentaron ayer por la tarde unas cuentas cifradas en 2.580 millones de euros, un 4,7% más que los recursos de este ejercicio, y que contemplan un incremento del gasto social en un 10,5% y un 8% más en inversiones. Ambos líderes subrayaron que son unos presupuestos para «combatir la pobreza y la desigualdad en la ciudad».

os presupuestos contemplan la incoporación de 350 trabajadores al Consistorio –CiU criticó que nimguna de ellas estuviera reservada a la Guardia Urbana– y una partida de 23 millones de euros para cumplir con las exigencias de ERC: la llegada del metro a la Zona Franca y el traslado de las dos cárceles.