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La sombra del cierre vuelve a planear sobre el Zoo

El Ayuntamiento decidirá en un mes el futuro de la instalación con dos propuestas antagónicas aprobadas

Los trabajadores se han revelado contra las intenciones de la alcaldesa con el Zoo
Los trabajadores se han revelado contra las intenciones de la alcaldesa con el Zoolarazon

El Ayuntamiento decidirá en un mes el futuro de la instalación con dos propuestas antagónicas aprobadas.

El Zoo de Barcelona siempre ha resultado un tema espinoso para los políticos de turno. Basta una vuelta por las instalaciones para darse cuenta de su validez pedagógica, pero siempre con la incómoda sensación de que pocos de esos animales son felices. Así, la Comisión de Ecología de este mes ha sido incapaz de posicionarse y ha dejado el futuro del Zoo de Barcelona más abierto que nunca. Lo cierto es han aprobado dos propuestas de futuro con planteamientos antagónicos. Mientras el plan estratégico apuesta por mantener una actividad similar del equipamiento durante las próximas décadas; la iniciativa ciudadana Zoo XXI restringe a sólo once las especies que podría tener el Zoo. Y todas autóctonas.

El plan estratégico del Zoo se aprobó con los votos a favor del gobierno municipal (BComú), del grupo municipal Demòcrata, Cs, ERC, CUP y del concejal no adscrito Joan Josep Puigcorbé, y con los votos en contra del PSC y el PP. Para llevar a cabo el nuevo modelo se prevé una inversión global de 64,6 millones de euros en el periodo 2019-2031, según ha indicado el consistorio. Un 50 % se destinarán a las instalaciones de los animales, un 24 % a espacio público y viales de servicio, un 21 % para equipamientos y logística y un 5 % a provisionalidades.

En un principio, el Comité de Empresa del Zoo era partidario de aprobar el Plan estratégico, tal como defendieron la semana pasada. No obstante, los cincuenta miembros del comité y trabajadores que asistieron a la comisión protestaron contra el plan aprobado. La razón, dicen, es que no es la versión que ellos habían consensuado dentro de la Fundación Barcelona Zoo (la versión dos), sino que es una cuarta.

Según denunció el presidente del Comité de Empresa, Jesús Cabanas, los empleados «no sabemos qué dice el texto» dado que la dirección del Zoo introdujo cambios pocas horas antes de la comisión. Sospechan que los cambios responden a presiones del gobierno municipal, más cercano a la iniciativa de Zoo XXI. Sin embargo, al menos conocen un punto de la nueva versión del plan: la política de reproducción del Zoo. De las 300 especies que tiene ahora, sólo se permitiría la reproducción de 55. Por ello, Jesús Cabanas explicó que, en la práctica, «lo que ha aprobado la comisión es el cierre del Zoo».

Cuenta atrás

Así, pese a que la comisión haya aprobado las dos propuestas, habrá que hacerlas compatibles en 30 días, antes de que lleguen al pleno. La teniente de alcalde Janet Sanz defendió que «tenemos que trabajar todos juntos para hacerlo posible» y aseguró que la continuidad del Zoo está garantizada con la inversión de 65 millones de euros que prevé el plan estratégico.

El promotor de la iniciativa ciudadana, Leonardo Anselmi, defendió en la comisión su proyecto (esta es la primera iniciativa ciudadana que ha aceptado a trámite el Ayuntamiento). Ante los trabajadores del Zoo, Anselmi señaló que «no planteamos el cierre, sino un cambio de paradigma», y les tendió la mano para «acercar posiciones».

Cabe decir que si el Pleno acaba aprobando de forma definitiva las dos propuestas (el Plan estratégico y la iniciativa), la propuesta de Zoo XXI acabará siendo la que prevalecerá porque prevé una modificación de la ordenanza de tenencia de animales. Es decir, tendrá rango legislativo y, por tanto, ningún posible plan del Zoo podrá ir en contra.