Cataluña
Las colonias de verano potencian las competencias profesionales
Un estudio de la Fundación Pere Tarrés confirma que la educación en el ocio acelera las competencias de los niños
Un estudio de la Fundación Pere Tarrés confirma que la educación en el ocio acelera las competencias de los niños
Las vacaciones estivales pueden convertirse en un factor potenciador de las desigualdades sociales así como en un factor de riesgo para niños y adolescentes. Por un lado, los menores que no pueden acudir a actividades de educación en el ocio por motivos de economía familiar se ven en inferioridad de condiciones respecto a sus compañeros que sí pueden permitírselo y, por el otro, mientras sus padres están trabajando, deben pasar demasiadas horas solos o en la calle. En este sentido, según Antonia Cortina, directora de la escuela Vedruna, «que los niños tengan estos ratos cubiertos es muy importante. Esto nos preocupa mucho»
Ante esta situación, la Fundación Pere Tarrés lleva años desarrollando la campaña 'Ningún niño sin colonias' a través de la cual ofrecen becas a menores en riesgo de exclusión social para que puedan disfrutar de actividades de educación en el ocio durante los meses de verano, convencidos de que esta iniciativa no solo les ofrecerá una ocupación durante las vacaciones, sino que además la actividad «es un acelerador de las competencias de estos niños», señala Albert Riu, secretario técnico de la Red de Centros Socioeducativos de la Fundación Pere Tarrés. Y con el fin de sustentar con datos concretos esta afirmación, la entidad ha elaborado un estudio, 'Tiempo de ocio educativo y la mejora de las competencias académicas y de ocupabilidad', para valorar como las actividades de ocio contribuyen a mejorar las competencias educativas y profesionales de los participantes., contribuyendo así a romper el círculo de la pobreza de muchos niños y jóvenes que viven en situación de vulnerabilidad.
Así pues, dicho trabajo de investigación, constata que en el ámbito de las competencias académicas las que evidencian un porcentaje de mejora mayor tras el paso de estos menores por las actividades de educación en el ocio son la social y cívica, con un incremento de 48,4 puntos; aprender a aprender, con 36 puntos de aumento; y el espíritu emprendedor, con un incremento de 22,5 puntos. Es decir que la participación en las actividades de ocio educativo favorece la capacidad de aprendizaje, concretamente factores como organizarse para estudiar, interés por las cosas nuevas, confianza en los educadores o identificación de los problemas principales; el respeto a las normas sociales y la valoración del conocimiento de los otros; y el sentido de la iniciativa o el liderazgo de proyectos.
Sin embargo, es en el ámbito de las competencias para la ocupabilidad donde las actividades de educación en el ocio se han mostrado más eficaces. En este contexto, es destacable la mejora que se evidencia en tres competencias concretas tras la participación de los menores en esas actividades de ocio: el trabajo en equipo, con un incremento de 38,4 puntos; la flexibilidad, con una mejora de 37,2 puntos; y la toma de decisiones y resolución de problemas, con 26,4 puntos de mejora.
Por lo tanto, como señalaba ayer Josep Oriol Pujol, director de la Fundación Pere Tarrés, con el estudio, que se ha realizado en la Comunidad de Madrid, la Valenciana, Cataluña y Baleares, queda demostrado que «la educación en el ocio, al margen de hacer crecer a las personas, ayuda al aprovechamiento escolar y, a la larga, a la ocupabilidad». Por ello y teniendo en cuenta que «uno de cada cuatro niños no participa en ninguna actividad de ocio y que el gasto de las familias en ocio se ha reducido un 28% desde el inicio de la crisis» parece imprescindible llevar a cabo iniciativas para fomentar y facilitar la participación de los menores en estas actividades.
Este verano
En 2018, la campaña 'Ningún niño sin colonias' becó a 4020 menores para que pudieran participar en 10.283 actividades en el contexto de las colonias y casales de verano. El presupuesto que el año pasado la entidad destinó a esta iniciativa ascendió a los 955.119,5 euros. De cara a este verano, la Fundación Pere Tarrés prevé destinar 1.002.874 euros a la campaña, que también lleva a cabo una labor de sensibilización, un 5% más que en 2018, y estima que con dicha cantidad se becarán a unos 4.550 niños y jóvenes.
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