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«Los consejos que da un librero no los puede ofrecer Amazon»

Entrevista con Montse Serrano, la librera de +Bernat

«Los consejos que da un librero no los puede ofrecer Amazon»
«Los consejos que da un librero no los puede ofrecer Amazon»larazon

Entrevista con Montse Serrano, la librera de +Bernat

En los tiempos en los que vivimos que una librerías cumpla años no es una efeméride sino un acontecimiento. Eso es lo que ocurre con +Bernat que conmemora cuatro décadas de andadura con la incombustible Montse Serrano al frente. De lo que ha sido la vida de este local ya mítico en Barcelona da buena cuenta el libro «Todo pasa en la calle Buenos Aires» que ha escrito Serrano. Con ella ha hablado este diario.

–¿De quién es el mérito de cumplir cuarenta años?

De mucha gente. Sola no lo habría conseguido. Es el producto de mucha gente apoyándome y de un barrio volcado con la +Bernat. Tal vez el mérito es que he hecho de unión para mucha gente.

–Antes de que fuera de su propiedad, usted pasaba todos los días ante lo que era en ese momento una pequeña librería y papelería.

–Sí. Era una librería que me quedé en 1978 y que debió montarse en 1974. Yo vivía enfrente y todos los días pasaba. Era un placer tener una librería delante de casa.

–Un día se enteró que se traspasaba.

–Un día entré y me dijo que el dueño que la traspasaba. Ahí nació ese impulso. Pensé: «Me la quedo». Lo único que sabía de ese mundo era leer. Fue gracias a mi padre porque sin él no la habría conseguido. Mi padre se quedó un poco parado cuando le hablé de que quería la librería, pero sabía que sería un sí.

–Su libro son unas memorias, pero también un repaso de los libros que han pasado en estos cuarenta años.

Sí, he hecho una especie de cóctel con mi vida personal, la librería, mis amigos, los libros... Cuando a escribir empecé por el índice del libro y me di cuenta que cada año era un libro que me ayudó a pagar facturas de las librerías, que me gustó o que no me gustó. Son títulos que me parecen emblemáticos y sirven un poco a entender por qué soy librera, por qué hemos montado este almacén de cultura.

¿Está el librero en vías de extinción?

El librero no. Mientras exista el libro existirá el librero porque somos el final de la cadena, la parte más importante. Un editor sin un librero poco puede hacer porque somos prescriptores. Un lector depende mucho de lo que le aconsejamos, aunque también hay lectores que saben perfectamente lo que quieren desde el principio y no nos necesitan. Los consejos que nosotros le damos no los puede dar Amazon. El «feed-back» que tienes con un cliente no lo consigue Amazon.

En la librería hay un antes y un después que es cuando crece al adquirir el local de al lado que hasta ese momento sex-shop.

He sido muy intuitiva. Me he dejado llevar mucho por mi intuición, algo que pone nervioso a alguno de mis socios. Siempre he acertado. Cuando la librería era pequeñita ya empezaba a pensar en ella como un punto de encuentro, pero con pocos metros. Pensaba en un maridaje de libros y café, algo que no es invento mío sino una historia que llegaba del centro de Europa o Argentina. En 2007 comencé a buscar locales por la zona, pero era el momento de la burbuja inmobiliaria y los precios resultaban imposibles de pagar. Mis socios me decían que estaba loca. Pero mi vecino de local, un sex-shop que llevaba veinticinco años abierto a mi lado, me dijo que se iba, que había crisis. Al instante, mientras me comentaba todo eso, pensaba cómo iba a tirar pladur para ampliar la librería. Ya no tenía a mi padre, así que busqué socios para esta aventura. Afortunadamente ya tenía un bagaje y la gente confiaba en mí. Eso hizo que empezáramos con treinta socios y que ahora seamos cincuenta y cuatro.

–¿Cómo ha cambiado el oficio de librero en estos cuarenta años?

–De coger apuntes con lápiz y papel a la magia de Google. En internet lo tienes todo y yo soy una gran buscadora de libros que están agotados, fuera del mercado. Con muy pocas referencias te salen, igual con una sola palabra mágica.

¿Lo mismo que ha evolucionado el librero lo ha hecho el lector?

–Hay un abismo entre lo que se leía antes y lo que se lee ahora, pero el lector sigue siendo el mismo. Lo que ha bajado es la exigencia y puede que el lector hoy sea menos exigente.

La librería +Bernat se ha convertido en uno de los puntos de encuentro de los lectores de Enrique Vila-Matas. Parece inevitable la asociación.

–Ha habido una gran implicación suya. El escritor es, por definición, un ser generoso. Vila-Matas podría quedar en cualquier sitio, al igual que otros autores o periodistas. Pero finalmente decide quedar en el sitio en el que se venderá su libro. Es la librería de Enrique Vila-Matas y me gusta poder vender sus libros.