Mas ataca el descrédito político haciendo público su patrimonio

Después de Mariano Rajoy y de Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se animó a hacer un striptís de su patrimonio, aclamado por la ciudadanía, los partidos de la oposición y la Prensa.

Después de Mariano Rajoy y de Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se animó a hacer un striptís de su patrimonio, aclamado por la ciudadanía, los partidos de la oposición y la Prensa. En un país donde acceder a la declaración de ingresos y bienes que los diputados tienen la obligación de presentar antes de recoger su acta es imposible, Mas colgó ayer en su página web –president.cat–, la actualización de su declaración de bienes. Hace justo una semana, tras la última reunión ejecutiva del Govern, un periodista señaló al conseller de la Presidencia, Francesc Homs, que los datos no se actualizaban desde 2010, antes de que CiU ganara las elecciones.

Desde que ocupa la presidencia de la Generalitat, el poder adquisitivo de Mas ha caído un 6 por ciento. Hace dos años, declaró un patrimonio de 502.000 euros. Y según la declaración hecha pública ayer, con fecha de diciembre de 2012, Mas cuenta con un patrimonio de 470.000 euros, 30.000 euros menos que cuando llegó al poder.

El president tiene un piso por valor de 180.000 euros –una cifra tramposa, pues no está actualizada–, que compró en 1991 y acabó de pagar en 2008. Además, suma 45.000 euros en la cuenta corriente, 37.278 euros en acciones en Bolsa, 149.000 en planes de pensiones y ahorro y 58.000 en valores mobiliarios y bonos «patrióticos» de la Generalitat.

En la web, Mas también detalla su sueldo. Como president de la Generalitat tiene una asignación de 144.000 euros brutos al año, esto es unos 6.000 euros al mes, más dos pagas extras. Sin embargo, a raíz de los ajustes, en 2012, Mas cobró una paga menos, en total ingresó 133.742,25 euro.

Hace dos años, el patrimonio de Mas era de 502.303 euros. Entonces, declaró su piso familiar por un importe de 180.303,63 euros, 110.000 en un plan de pensiones, 70.000 en cuentas corrientes e inversiones a corto plazo (un año), 100.000 euros más en un plan de ahorro a largo plazo y 42.000 en inversiones en bolsa. Mas hizo público su patrimonio, durante la campaña electoral de 2010, a propuesta del cabeza de lista de ICV, Joan Herrera, para restablecer el daño que habían causado casos de corrupción como el expolio del Palau de la Música.

Recuperar credibilidad

La legislación obliga a los diputados a presentar una declaración de patrimonio y bienes a principio de legislatura. Pero la información no es pública, sólo puede ser consultada por los parlamentarios si la Mesa de la cámara catalana lo permite. En transparencia, España está a años luz de países como Estados Unidos, donde la Ley de Liberta de Información (FOIA) garantiza que todo es público excepto que expresamente se declare secreto. Las cuentas de los cargos público se encuadran en la primera categoría.

España está a años luz de países como Estados Unidos por actitudes como las de los partidos políticos catalanes, en 2010, la Mesa del Parlament rechazó con el voto en contra de todos los partidos la posibilidad de publicar los respectivos patrimonios de los diputados.

Pero la situación «asquerosa» y «penosa» que atraviesa la política, en palabras del socialistas Antoni Balmón, acosada por la corrupción y el descrédito, obliga a los dirigentes a mover ficha si quieren recuperar una pizca de credibilidad. Mariano Rajoy presentó su declaración en un intento de desvincularse de los famosos sobres de Luis Bárcenas, pero también para demostrar que no se ha lucrado con la política. Lo mismo pretende mostrar Mas. Pero ambos gestos no ponen aportan soluciones al descrédito de la política. Son sólo una declaración de buenas intenciones.