Asuntos sociales
Más de 420.000 personas acuden a las entidades sociales catalanas para comer
Aseguran que los usuarios han aumentado un 21% con respecto a 2012
Casi medio millón de personas –para hacerse una idea, la población de ciudades tan importantes como Málaga o Mallorca– son las que necesitaron recurrir a las entidades sociales de Cataluña el año pasado para poder alimentarse. En concreto fueron 421.325, un 20,8 por ciento más que en 2012, según los datos que la Mesa de Distribución Solidaria de alimentos ofreció ayer. Precisamente fue en esas fechas, en 2012, y a tenor de lo devastador del panorama –110.000 personas en paro y el índice de pobreza rozando el 30 por ciento–, cuando la Generalitat impulsó este organismo junto con productores y distribuidores de alimentos, entidades sociales, ayuntamientos y bancos de comida para coordinar la distribución de productos alimenticios entre una población cada vez más castigada por los recortes y la recesión.
Lo interesante es que son los propios datos que da la Mesa de Distribución Solidaria de Alimentos, recogidos por primera vez desde su constitución, los que avalan la buena coordinación de este organismo. O quizá los que arrojan luz del incremento personas que han requerido de este tipo de servicios. Porque lo cierto es que si bien la Mesa distribuyó 21,4 millones de kilos de alimentos y atendió a 348.753 personas en 2012, el año pasado ambas cifras se incrementaron hasta llegar a los 28,7 millones kilos de comida repartidos y los 421.325 necesitados de este servicio.
La consellera de Bienestar, Neus Munté, destacó en la reunión de trabajo de este organismo «la labor conjunta de los diferentes grupos de trabajo» que ha permitido «incrementar de manera sustancial el volumen de alimentos repartidos y el número de familias atendidas».
En este contexto, también se presentó el Plan de acción contra la Pobreza 2015, para el que la Generalitat ha destinado 1.066 millones de euros. La partida más elevada, con 491 millones, estará destinada a favorecer medidas que combatan la pobreza energética, como la de diseñar nuevos criterios sociales en el sistema tarifario del agua o la de revisar el bono social de energía para que sea verdaderamente efectivo en las situaciones de necesidad.
El plan también prevé impulsar iniciativas específicas dirigidas a los niños y jóvenes en periodo de vacaciones, con la colaboración de los bancos de alimentos y los centros abiertos, así como incrementar las becas para casales, colonias y campamentos. Munte recordó que la Generalitat contribuirá al mantenimiento de 70 centros a través de los cuales se harán actividades para los niños, incluyen dos o tres comidas diarias y que ofrecerá 1.200 becas en el programa de colonias «El verano es tuyo» así como 600.000 euros adicionales para talleres lúdicos dirigidos a pequeños en riesgo de exclusión social.
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