«No podremos descansar hasta que ‘‘La Benaventurada’’ sea derribada»

Los vecinos de la calle Benavent aseguran que los okupas están organizándose en las redes sociales.

Tras el polémico desalojo del edificio «La Benaventurada» el domingo, en Les Corts, la calma vuelve a reinar en un barrio poco acostumbrado a este tipo de incidentes.

El propietario del inmueble decidió tapiarlo por completo para evitar una nueva okupación y más quebraderos de cabeza a los vecinos. Pero la presidenta de la Asociación de Vecinos del Camp Nou, Ana Ramón, no las tiene todas consigo: «No podremos descansar hasta que ‘La Benventurada’ sea derribada». Ramón declaró ayer a este diario que pese a que ahora es prácticamente imposible la entrada, la vigilancia tanto de los vecinos como la contratada por el dueño continúa. «Sabemos que se están organizando a través de las redes sociales para hacerse con él». No es para menos, dice Ramón, ya que se trata de una finca con muchas posibilidades: consta de cinco pisos y quince habitaciones. «Si la okupación hubiese prosperado se habría llenado enseguida, temíamos un efecto llamada y que aquello se convirtiera en un albergue».

Ahora, el vecindario espera que el Ayuntamiento dé el visto bueno a la solicitud de derribo presentada por el dueño. «Quiere quitarse el problema de encima», asegura la presidenta de los vecinos.

«No queremos un Can Vies II»

A la petición de derribo de los vecinos se sumó ayer el el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, quien mostró sus dudas de que el Consistorio facilite la tarea y resuelva la situación sin más polémica.

Fernández defendió el derribo para que el inmueble «no se convierta en un espacio de los ‘okupas’ y vuelva un segundo Can Vies». En declaraciones a periodistas, el líder popular aseguró que los vecinos de la calle Benavent «están hartos» de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, indicando que muchos de los balcones de la zona muestran mensajes en contra de los «okupas» y contra el actual Gobierno municipal.

El popular llamó a los barceloneses a un «despertar para plantar cara a Colau», y recordó algunos colectivos que ya lo han hecho, como es el caso de los comerciantes contra los manteros y el sector hostelero para recuperar las terrazas.

«Barcelona no es la comuna comunista del partido de Ada Colau», sentenció el presidente del PP municipal, apuntando al descontento general de los vecinos por todas las actuaciones que ha llevado a cabo el gobierno de Barcelona desde que comenzó su mandato. Asimismo, pidió a la alcaldesa que «se centre en los problemas reales, como el de la construcción de una residencia en la calle Benavent», proyecto que según el líder popular tiene un retraso de más de 18 años.