Pisarello se ausenta del 60% de las reuniones del Ayuntamiento

Los cuatro tenientes de alcalde del gobierno de Colau no han coincidido en ningún encuentro semanal en todo 2018.

Ada Colau alcanzó el Ayuntamiento de Barcelona empuñando la bandera del «cambio», pero tras cuatro años de mandato, no solo ha sido incapaz de desplegar sus principales promesas –sobre todo en materia de vivienda–, sino que su gobierno ha adquirido los hábitos que tanto denunciaba de la «vieja política» y que le auparon a la alcaldía. En este sentido, alguno de sus concejales han dado buena muestra de ello, con su absentismo a las reuniones de gobierno en 2018: entre ellos, destaca el número dos de la alcaldesa, Gerardo Pisarello, que no ha asistido al 60 por ciento –ha faltado a 25 de las 42 celebradas este año–. Sus otros tres tenientes de alcalde, Laia Ortiz, Jaume Asens y Janet Sanz también acumulan un gran número de ausencias: Ortiz no ha acudido a 13 de las 42 sesiones (31 por ciento); Asens a 34 de las 42 (81 por ciento); y, Sanz a 15 de las 42 (36 por ciento).

Las reuniones de gobierno –Comissió de Govern– es el encuentro semanal que lleva a cabo los miércoles el equipo de concejales de Colau para impulsar la acción del Ayuntamiento, y en lo que va de 2018, no han coincidido en ninguna sesión los cuatro tenientes de alcaldía, según consta en las actas.

Lo cierto es que, precisamente, las ausencias de Pisarello han menudeado con mayor intensidad entre octubre y noviembre, cuando, como responsable del área económica, es el momento en el que mayor protagonismo debe asumir para elaborar los presupuestos. Pero durante estos dos meses, de las nueve reuniones que han habido, tan solo ha asistido a dos. Además, las ausencias del número dos de Colau, como la de los otros tres tenientes de alcalde, en la mayoría de casos no tienen justificación, ya que en sus respectivas agendas no aparece acto ninguno que coincida con esta cita semanal.

No es la primera controversia de estas características en la que Pisarello se encuentra envuelto: en verano, sin ir más lejos, costeó parte de sus vacaciones en Argentina a cuenta de las arcas públicas. Por otro lado, cabe destacar, junto a Pisarello, también el alto nivel de absentismo de Asens, hasta un 81 por ciento. Ambos se han ido distanciando de Colau a medida que ha ido transcurriendo la legislatura, con un acercamiento acentuado a las tesis del independentismo, algo que todo apunta que pueda apartarles para las próximas elecciones municipales, previstas para el 26 de mayo. A esos comicios, Colau llega ostensiblemente desgastada tras un mandato en el que no ha podido implementar sus principales medidas, y en el que la alcaldesa y sus concejales se han visto salpicados por muchas crisis de gestión. En este sentido, las más destacables han sido relacionadas con la seguridad, con los narcopisos y los robos y hurtos como máxima expresión. La reputación de Barcelona se ha resentido sustancialmente, como apuntan algunos indicadores internacionales.