Puigdemont se alinea con Mas y aboga por liquidar Convergència

El president pide la refundación de CDC y buscar nuevos liderazgos entre los alcaldes

Apenas un día después de que el ex president de la Generalitat, Artur Mas, abogase por cambiar el nombre del partido como forma de regeneración, su sucesor, Carles Puigdemont, defendió la misma idea. CDC está inmersa en un debate interno sobre el futuro del partido. Quieren dejar atrás los casos de corrupción y recuperar a parte del electorado perdido. El riesgo radica en que se trate simplemente de un giro lampedusiano o bien haya un cambio profundo. En cualquier caso, el hecho de que las mismas personas que pilotaban Convergència lleven las riendas de la refundación levanta más suspicacias que certezas. Por ello, Puigdemont se esforzó en defender la opción, a su juicio, más «rupturista» y cambiar el nombre del partido. En clave nacional, a su vez, el president señaló que la situación de ingobernabilidad en España no afecta al plan soberanista del Govern de dejar Cataluña a las puertas de su independencia en 18 meses: «Con Gobierno o sin Gobierno, nuestra hoja de ruta de mantiene intacta».

En declaraciones a la ACN, Puigdemont apuntó que un cambio de nombre implicaría romper con el pasado para «crear una nueva herramienta» con «mirada hacia el futuro», mediante «nuevos mensajes, nuevos lenguajes, nuevas formas de gobernar y nuevos liderazgos». Respecto al debate sobre los liderazgos, el president defiende que la nueva formación deberá tener como base a CDC pero, al mismo tiempo, destacar por ser una «cantera de liderazgos emergentes».

Los alcaldes

Puigdemont fue un poco más allá y, con cautela, apuntó al mundo municipal como una buena fuente de liderazgos aprovechables. «Los alcaldes de CDC son un tesoro impresionante, una base muy sólida. Allí donde gobiernan, la gente ve la mejor cara de la mejor tradición de CDC», dijo. E insistió: «Al respecto podemos construir un futuro muy grande. Yo quisiera que el nuevo partido tuviera esta base, de abajo hacia arriba. Y cuando miramos de abajo hacia arriba, en la base encontramos un plantel fabuloso de liderazgos emergentes, de gente nueva y que tiene ganas de hacer cosas, que no tiene nada que ver con formas de hacer política del pasado y que nos serán muy útiles por el futuro», comentó.

Respecto a la política nacional, si bien es cierto que los convergentes han realizado un notable cambio semántico y ya no hablan de declaraciones unilaterales, el president garantizó que mantiene el calendario de 18 meses de legislatura, de los que ya han transcurrido cuatro, y se ve capaz de dejar a Cataluña a las puertas de la independencia, incluso en «menos tiempo» que este.

A pocas semanas de llevar los Presupuestos de 2016 al Parlament, Puigdemont avanzó algunos detalles, destacando que no son las cuentas que le gustaría presentar, sino las que puede presentar en el contexto política y económica que tiene el Govern. «En los Presupuestos que podemos presentar no podemos presentar demasiadas alegrías. Tenemos que ser claros. Serán unos Presupuestos que se centrarán en las urgencias sociales. Poca infraestructura y mucha atención a la gente», zanjó.