Unión Europea
Rajoy pide ante la UE que Barcelona acoja la Agencia del Medicamento
La ministra Montserrat teme que el «procés» sea un handicap y reclama al Govern que priorice el interés general
La ministra Montserrat teme que el «procés» sea un handicap y reclama al Govern que priorice el interés general.
Un jefe de división de medicamentos veterinarios, agentes contractuales para misiones temporales o expertos nacionales en comisión. Son tres de las seis ofertas de trabajo vigentes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Para atraer talento, ofrece «un entorno de trabajo multinacional, intelectualmente estimulante» y «la oportunidad de vivir y trabajar en una ciudad dinámica e internacional como Londres». En las condiciones de empleo no menciona el «brexit» ni que como consecuencia de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la EMA y otro organismo de la UE con sede en Londres como la Autoridad Bancaria Europea serán trasladados a otra ciudad del continente antes del 29 de marzo de 2019.
Barcelona se ha apresurado por colocarse en la parrilla de salida para atraer a la EMA. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentó ayer formalmente una carta a los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo de Europa, Donald Tusk, para postular la capital catalana oficialmente como candidata. Lo hace tres días antes de que el Consejo de Europa se reúna para decidir los «deadlines» del brexit.
Candidatura de nivel
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, fue la encargada de informar de la presentación oficial de la candidatura. Tanto la ministra como Rajoy en la carta destacan el buen trabajo que están haciendo Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona para «asegurar que los requisitos de la candidatura se cumplan al más alto nivel». Como muestra, la semana que viene viajan los tres a Londres. Sin embargo, Montserrat no escondió su preocupación por que el proceso soberanista pueda convertirse en un «handicap». Por eso, pidió al ejecutivo de Carles Puigdemont que no anteponga sus intereses a los de los barceloneses. «Tenemos una gran oportunidad para ser el polo científico de Europa y no sólo del sur de europa», aseveró. De todos modos, en su carta, Rajoy elude el conflicto catalán y subraya que «los españoles tienen un fuerte sentimiento europeísta y de apoyo a las instituciones de la UE».
El otro punto flaco de Barcelona es que España ya cuenta con cuatro agencias europeas (Patentes y Marcas, en Alicante; Trabajo, en Bilbao; Pesca, en Vigo, y la Aeroespacial, en Madrid). Y que los países del Este de Europa no tienen ningún organismo de estas características. Pero para Montserrat, hay más pros que contras. «Somos una de las candidaturas más preparadas y cumplimos todos los requisitos», defiende.
La UE exige tres grandes requisitos para acoger la EMA: que el traslado no se demore, que no se interrumpa el trabajo de la agencia para dar seguridad a los pacientes y que no se pierda talento con la mudanza. Montserrat avanzó que «estamos en condiciones de acoger la EMA mañana mismo».
La EMA tiene muchas novias, 26 países están interesados. Es un revulsivo económico, porque además de contar con 890 empleados, a su alrededor se mueven 1.600 empresas y recibe la visita de 40.000 investigadores cada año. Las ciudades que más teme como adversarias el Gobierno son Amsterdam, Copenhaguen, Berlín, Viena, Milán y Dublín. Londres también batallará pra retenerla. Pero sólo la capital catalana ha presentado edificio: la Torre Agbar. La obra de Jean Nouvel, a la que hace un año Ada Colau no dejó convertirse en hotel de lujo, puede alojar cómodamente a los 890 trabajadores de la EMA.
«La batalla no será fácil», admite Montserrat, que recuerda que en 1992, Barcelona quedó en segunda posición, detrás de Londres y por delante de Conpenhaguen para hacerse con la EMA. A favor, apunta que Berlín ha ofrecido un solar para construir el edificio; Viena, una fuerte competidora por su ubicación en el centro de Europa, ofrece seis edificios a elegir, la mitad de ellos ocupados y Milán un edificio puente mientras construye uno de permanente.
Para cumplir con el segundo requisito, la Agencia Española del Medicamento se compromete a instalarse en Londres y facilitar el traslado a los empleados (un 12% son españoles), con la idea de no interrumpir su trabajo.
Y para no perder talento, Barcelona se vende como una ciudad bien conectada, con infraestructuras a la altura para alojar a los trabajadores, a sus familias y con 41 escuelas internacionales en las que puedan estudiar sus hijos. Aunque la UE tiene en cuenta que puedan recolocarse en el mercado laboral las parejas de los empleados, pese al último dato negativo del paro, Montserrat alega que España es el país con más previsiones de crear trabajo.
Cataluña cuenta además con el 3,5 por ciento de la producción famacéutica europea, un dato similar al de Holanda (4 por ciento) o Suecia (3,6 por ciento). El sector factura 11.000 millones de euros. Y tiene 31 centros de investigación médica de prestigio y 11 hospitales universitarios.
Con estas y otras cifras, Montserrat tratará de sumar apoyos a la candidatura de Barcelona en la cumbre con ministros del ramo que se celebra en mayo en Malta y en la reunión del G-20 en Berlín. Confía en que en junio, la UE dé una respuesta.
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