SCC se arma con datos para exigir un modelo distinto a la inmersión

La entidad revela en una encuesta que el 90% de los catalanes rechaza el sistema monolingüe.

El nacionalismo ha mantenido siempre la espada en alto ante cualquier discusión de su sistema educativo, que protege sobremanera el catalán –se imparten todas las asignaturas en esta lengua– en detrimento del castellano, que solo cuenta con una asignatura. Lo cierto es que esta pugna siempre se ha limitado al fuego cruzado entre los distintos actores políticos, pero pocas veces se ha recurrido a la opinión pública. De hecho, no es una cuestión que figure en las encuestas periódicas del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat de Cataluña.

Pero Societat Civil Catalana (SCC) sí que lo ha abordado en un sondeo, que ha arrojado una apabullante mayoría en contra del actual modelo de inmersión, con un 89,6 por ciento de los catalanes a favor de una educación trilingüe –catalán, castellano e inglés– y bilingüe –catalán y castellano–, y solo un 8,8 por ciento partidarios de una educación exclusivamente en catalán. Con estos datos, la vocal de la junta directiva de SCC, Isabel Fernández Alonso, no escatimó en críticas para exigir un cambio de modelo. Según valoró, este sistema es una «anomalía» porque «no existe en ningún otro lugar en Europa», y consideró «aberrante» plantear que el nivel de castellano de los alumnos catalanes es igual que en los demás lugares de España, teniendo en cuenta que las pruebas PISA en Cataluña se realizan en catalán.

También analizó la división que produce el referéndum en la sociedad catalana, ya que según el sondeo, un 55,1 por ciento así lo creen, por un 40 por ciento que opinan lo contrario. Para la vocal de SCC, más allá de estos datos, lo que es «preocupante» es que «los encuestados saben poco o nada sobre las consecuencias de la secesión».

Finalmente, destacó que un 65,4 por ciento de los sondeados consideran que TV3 y Catalunya Ràdio se muestran favorables a la independencia, por un 22 por ciento que los ven neutrales. Según ella, revela el «control» que tienen los separatistas sobre los medios de comunicación.