Taxis solidarios llevan a niños gratis a Sant Joan de Deú

En su día de fiesta, un grupo de 43 taxistas hacen de chófer a familias con problemas económicos que reciben tratamientos largos

Este martes, como cada martes, Ainhoa, de 7 años, sale de casa acompañada por su madre Eva María y su abuela para acudir a sus sesiones de rehabilitación en el Hospital de Sant Joan de Déu. Desde que sufriera un derrame cerebral y posteriormente un infarto cerebral a consecuencia de un herpes en febrero de 2015 y de nuevo en julio de ese mismo año, esta niña vecina de Sant Joan Despí acude tres veces por semana al centro médico para tratar de superar las secuelas de tan grave contratiempo de salud, que le produjo una hemiplejia de la parte derecha del cuerpo. Y cada día que ha de visitar el centro médico, a la puerta de su casa le espera un taxi para acompañarla al hospital. Tras verse con los médicos, el taxi la lleva de vuelta a casa. Y sin cobrar la carrera.

Ainhoa y su familia son beneficiarias de la acción desarrollada por 43 taxistas de Barcelona que durante su día de fiesta acompañan a los pacientes de San Joan de Déu que se encuentran en una difícil situación económica al centro médico de forma gratuita.

«Yo traía a la niña tres veces por semana en mi propio vehículo, pero estoy de baja y mi marido en paro, con lo que económicamente era insostenible», explica Eva María, madre de Ainhoa, quien más allá del evidente alivio económico que supone este servicio, destaca el aspecto emocional y emotivo. «Es un servicio de tú a tú, que te da todo. Los taxistas son casi como nuestra familia. De hecho mi hijas les llama ‘tito’» «En julio Ainhoa recayó y ellos no pararon de llamarme y estar encima mío».

Por su parte, Marina, quien hasta noviembre debía acudir todos los días a Sant Joan de Dé para que su hija de 16 años pudiera seguir su tratamiento y ahora ha de hacerlo sólo una vez a la semana, señala que existe una «relación casi familiar con los taxistas». «Es un trato que te llena, siempre con una sonrisa que te hace el trayecto agradable, te lo humaniza», comenta Marina quien recuerda que antes de poder disfrutar de este servicio «gastaba entre dos y tres tarjetas de transporte a la semana, algo que no nos podíamos permitir porque en casa todos estamos en paro y sólo entran 213 euros mensuales para nosotros y nuestros dos hijos». «Me quito el sombrero por ellos», asegura.

Desde el otro lado, Ángel, promotor de esta iniciativa, que se puso en marcha en octubre de 2013, y taxista asalariado desde junio de ese mismo año, asegura que para ellos no es «ningún sacrificio» llevar a cabo esta labor la cual, en contrapartida, aporta «mucha tranquilidad y satisfacción».

A día a de hoy son ya 43 los chóferes que forman parte de ‘Taxis tas voluntarios’, lo que ha exigido una mayor organización y cierta complejidad a la hora de distribuir el trabajo. Así, éstos han creado seis grupos de Whatsapp, uno por cada día de las semana de lunes a viernes y que lo integran los taxistas que ese día libran y otro para servicios pendientes. Cada uno de estos grupos tiene un administrador, al que se le envía un mail desde el departamento de Trabajo Social del Hospital con la información sobre los servicios requeridos para esa jornada. Ese administrador informa a su grupo y son los taxistas quienes se ofrecen para cubrir los trayectos y a continuación se ponen en contacto con la familia para concretar la recogida. El sexto grupo de whatsapp, el de servicios pendientes, pretende cubrir los servicios que ninguno de los taxistas del día en concreto puede realizar.

Con este sistema de trabajo y con la actual flota de taxis voluntarios, a día de hoy «en total se hacen entre 3 y 5 servicios diarios», señala Ángel, quien sin embargo advierte de que «hay necesidad de más taxistas porque hay días en los que apenas podemos cumplir con todas las demandas, como los miércoles y los jueves». Con esta reflexión en voz alta, hace un llamamiento a los 10.500 taxistas de Barcelona para que entren a formar parte de la iniciativa.