Barcelona

Tras los animales más peligrosos

El Museu Blau del Fórum acoge la muestra «Enverinats», donde se exhiben más de 20 especies venenosas

Tras los animales más peligrosos
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El Museu Blau del Fórum acoge la muestra «Enverinats», donde se exhiben más de 20 especies venenosas

El hombre convirtió en la Biblia a la serpiente en un ser ruín y traicionero. Después la hizo una adoradora del diablo y finalmente, gracias a las películas, la convirtió en una auténtica máquina de matar y engullir hombres. La serpiente nunca ha tenido mucha suerte con la representación que se ha hecho de ella, cuando la verdad es que si se tropieza en el desierto o en la selva con una persona, lo más seguro es que huya asustada. «Y sino siempre avisará del peligro, hará sonar su cascabel o se erguirá amenazante para que demos media vuelta», comenta Víctor Isamat, uno de los responsables de la exposición «Enverinats», que estos días acoge el Museo de Ciències Naturals de Barcelona, también conocido como Museo Blau, en el edificio del Fórum.

La exposición cuenta en la actualidad con 27 animales vivos expuestos, de serpientes a tarántulas, pasando por ranas, o espeluznantes insectos. Además, expone diferentes tablas pedagógicas y diferentes maquetas para conseguir dar una imagen global a estos animales demonizados por la cultura, pero que merecen reivindicarse. «Sobre todo queremos mostrar al público que el veneno mortal de estas especies no está pensado para matar, sino para defenderse y alimentarse. No son seres asesinos como los han pintado las películas, que han hecho un daño tremendo a como entendemos a estos animales», asegura Isamat.

El veneno de todas las especies expuestas, en efecto, causa la muerte, pero todos tienen antídoto y lo esencial para encontrar estas cotradefensas es seguir descubriendo nuevas especies. «Es muy diferente si te muerde uno de estos animales en el centro de Barcelona que si lo hace en medio de la selva del Congo, con un hospital a muchos kilómetros. En su hábitat natural sí que son más mortales», comenta Isamat, que destaca a la mamba verde como la serpiente con el veneno más letal que puede verse en la exposición.

Isamat siempre ha estado rodeado de este tipo de animales. A los dos o tres años, sus padres le llevaban al zoo y siempre acababa subido a las urnas de las serpientes. «Si esta pasión no te viene cuando eres pequeño, no te vendrá. Todos los que nos dedicamos a esto siempre vemos el mismo patrón infantil de absoluta fascinación por estos animales», asegura Isamat. Admite tranquilo que nunca le ha mordido un animal de veneno mortal, «crucemos los dedos», pero repite que nunca ha temido a estas bestias y que tampoco hay razón para temerlas. Su especie favortia es la víbora de Gabón. «Tiene los colmillos más grandes, de unos cinco centímetros, y es la que inocula más veneno en cada mordedura. Podría matar a un elefante de una sola dentada», señala Isamat.

La exposición, que se podrá ver hasta el 1 de marzo de 2015, es una verdadera aventura, un viaje que te lleva al corazón de la selva, a los desiertos más remotos, incluso al patio trasero de tu casa, para mostrarte que cada uno de estos animales es una especie única y que hay que protegerla, no demonizarla. Las serpientes merecen este respeto.