Una verbena de Sant Joan al alcance de todos

Barcelona- Cataluña ya está preparada para celebrar hoy la noche más larga y festiva, con permiso de la de fin de año. Así lo demuestra, por ejemplo, que el metro de Barcelona estará abierto durante 67 horas, sin interrupción, para facilitar la movilidad de la gente con ganas de celebrar Sant Joan.

Muchos ciudadanos apuestan por celebrar este día en casa, convirtiendo terrazas en improvisado lugar de celebración, una fórmula festiva que se está imponiendo con éxito. Marcello es un italiano que vive desde hace tiempo en Barcelona y ha decidido reunir a varios amigos hoy en su terraza, situada en la céntrica calle Rosselló de Barcelona. «Es una opción que me gusta mucho más que otras porque no me apetece ir a la playa y estar allí hasta las mil. Además ahorrar en una época como ésta no es una mala idea», asegura señalando que «me parece mucho mejor hacer algo así que pasarte toda la noche tirando petardos». En ese espacio reunirá a una treintena de personas en lo que califica como una «organización sencilla».

Una vecina del barrio de Gràcia, Covadonga, también piensa de manera parecida. Algo más de una decena de personas darán hoy la bienvenida de Sant Joan desde su casa. «Tener una terraza en una ciudad como Barcelona es en la actualidad algo así como un lujo y es un buen pretexto para reunirte con los amigos», asegura. Con un presupuesto de cien euros, que le permitirá hacer «algo que resulta mucho más cómodo y económico que pasear por algunas de las distintas fiestas que se realizan en locales de Barcelona».

La situación económica actual también ha permitido que muchos ofrezcan iniciativas para todos los bolsillos. Un buen ejemplo se encuentra en la Casa Orlandai, un centro cultural del barrio de Sarrià, gestionado por vecinos y por entidades de la zona. Un portavoz de este local apunta que esperan acoger a 150 personas, en una fiesta en la que se incluye cena con la tradicional coca y fiesta con el grupo La banda del panda. El precio es «asequible para todos»: 12 euros.

En todas estas fiestas estará presente la típica coca de Sant Joan . El gremio de pasteleros de Cataluña ha puesto en venta algo más de un millón y medio de cocas, muchas de ellas pequeñas para poder ser accesibles a todos los bolsillos.

Si bien los pasteleros creen que podrán ir bien las ventas, no lo parece para vayan bien para los establecimientos dedicados a los tradicionales petardos. Las ventas no parecen acompañar desde hace años a un producto que se asocia con las verbenas.

El operativo está listo. Un total de 461 empleados de los servicios de limpieza, y de ellos 303 trabajarán en la madrugada del lunesen las playas, para dejar limpia la ciudad tras la verbena de Sant Joan. Todo ello porque la verbena es una de las primeras grandes citas del verano en los espacios públicos, y especialmente en las playas, en las que el año pasado se concentraron un total de 70.000 personas.

También participarán en la limpieza 50 vehículos como barredoras mixtas y mecánicas, limpiadoras, mini-palas, equipos recolectores de grandes dimensiones y equipos de apoyo con vehículos todoterreno. En este operativo de limpieza colaborarán la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, que se encargarán de desalojar a las personas que celebren la verbena en el litoral barcelonés. El operativo especial de la verbena empezará a las 6 de la mañana para que las playas estén limpias y a punto para el uso de bañistas y visitantes a las 10.00 horas. También se instalarán 500 papeleras de cartón para reducir el impacto de los residuos que genere la verbena, y 84 contenedores adicionales.

Pero la capital catalana no es el único escenario. Aprovechando los tres días de fiesta, unos 500.000 han salido del área metropolitana de Barcelona, en una de las fechas con una mayor movilidad en las carreteras.

Más de 15.000 latas incautadas

Las pesquisas de la Guardia Urbana de Barcelona han llevado a que entre el jueves y el viernes pasados interviniera 15.876 latas de bebidas destinadas a la venta ambulante durante la verbena de Sant Joan. Las actuaciones se enmarcan en el dispositivo de seguridad puesto en marcha por la Policía barcelonesa con motivo de la festividad pero son, también, el resultado del trabajo realizado en los últimos años. Las latas se localizaron en seis locales del distrito de Ciutat Vella y fueron inmovilizadas y precintadas hasta su destrucción controlada. El Ayuntamiento debe decidir si abre o no un expediente de cese o precinto de las actividades de los locales inspeccionados.