Cataluña
Uno de cada cinco MENA llegados entre 2016 y 2018 fue detenido o investigado
Los Mossos propulsan un plan para alejar a estos jóvenes de la delincuencia
Los Mossos propulsan un plan para alejar a estos jóvenes de la delincuencia
La presencia cada vez más importante,de menores extranjeros no acompañados (MENA) en Cataluña, ha sido fuerte motivo de polémica en los últimos meses, ya sea por el hecho de que tenían que dormir en comisarías de los Mossos d’Esquadra, quejas vecinales u otros episodios delictivos. Debido a ello, la Policía Autonómica ha puesto en marcha un plan asistencial y preventivo para tratar de aislar a estos jóvenes de la delincuencia.
Los datos de los Mossos son reveladores, e indican que casi uno de cada cinco MENA fueron detenidos o investigados entre 2016 y 2018, precisamente la época en la que llegaron más. El motivo principal de estos hechos delictivos fueron hurtos por menos de 400 euros. En su comunicado, la Policía Autonómica, recuerda que por tanto el 82 por ciento de ellos no han entrado en contacto con la delincuencia, y que muchos de ellos ya deben ser mayores de edad.
Este plan se impulsa desde el pasado 1 de marzo en Barcelona, y prevé hacer un seguimiento de los MENA para intentar limitar, dentro de lo posible, su presencia en las calles, por el motivo de que su vulnerabilidad requiere atenciones especiales de protección. En definitiva, se trata de evitar que generen o sufran problemas de seguridad. Precisamente, los Mossos investigan un suceso relacionado con este colectivo. En la madrugada de ayer, un MENA fue herido de gravedad en las cercanías de la comisaría del cuerpo en Ciutat Vella.
Con la voluntad de «proteger a estos menores y establecer todos los mecanismos para evitar que estos acaben generando problemas de inseguridad», los Mossos activaron el Plan de Acción Poliédrico (PAP).
«Con su nombre pretende dibujar las numerosas caras que puede llegar a tener» el fenómeno de los MENA y las formas de trabajar con este colectivo que consideran vulnerable porque puede acabar delinquiendo o incluso ser víctima de grupos criminales.
La llegada de estos menores a Cataluña y, especialmente, a Barcelona los últimos años ha supuesto una novedad que «se aborda desde diferentes vertientes y de manera transversal por parte de diferentes instituciones del país», como la Fiscalía de Menores, la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia), el Ayuntamiento de Barcelona, la Guardia Urbana y los Mossos.
El plan tiene un componente asistencial, para que los menores no salgan del circuito de protección ofrecido por la administración y siempre sean dirigidos a sus centros de tutela. La finalidad es controlar e identificar a los que pernoctan en diferentes puntos de la ciudad y trasladarlos a la administración para su protección, especialmente en casos de «menores de catorce años y aquellos que están en situación de riesgo porque han tenido contacto con el consumo de sustancias estupefacientes o inhalaciones de sustancias disolventes con efectos narcóticos». También se busca la prevención al reducir la presencia de estos menores en la calle y «evitar que algunos de estos estén cometiendo hechos delictivos, principalmente contra el patrimonio».
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