Bomberos pide a la Confederación del Júcar que pague la extinción del fuego en los ríos

La decisión se ha tomado por la falta de conservación de los cauces y barrancos, llenos de vegetación.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha remitido a la Confederación Hidrográfica del Xúquer la facturación por la extinción de incendios en ríos y barrancos de la provincia de Valencia.

La facturas que la institución ha comenzado a emitir se remontan a los incendios del año pasado y está previsto, según aseguraron desde el Consorcio, que también se remitan las facturas de los fuegos de este año.

El precio medio de la extinción de estos incendios oscila entre los mil y los tres mil euros.

El presidente del Consorcio, Josep Bort, explicó que «estamos destinando recursos y esfuerzos a unos incendios en zonas con una acusada falta de limpieza y mantenimiento. Se trata de zonas en las que se acumula gran cantidad de suciedad y los incendios que se producen tiene mucha carga de combustible y son complicados de apagar».

Además, la extinción de los incendios en los terrenos de la Confederación Hidrográfica, se ve dificultada habitualmente por la falta de accesibilidad, por el tipo de material que se quema y por el riesgo de propagación, porque «los barrancos no son zonas aisladas, sino que suelen limitar con terrenos con masa forestal, viviendas y polígonos industriales,. con lo que hay un peligro adicional para la población y el medio ambiente».

Además, otro de los problemas que plantea la extinción de un incendio en un barranco es las frecuentes bifurcaciones que se dan en dichos cauces, y que hacen que los focos del incendio se multipliquen. Así, cuando el fuego llega a una bifurcación, suele proseguir por los dos nuevos cauces que se abren por lo que los frentes contra los que hay que luchar se van multiplicando.

Sobre las zonas en las que se dan este tipo de siniestros con mayor asiduidad, destaca la parte sur de la provincia de Valencia, como la zona del río Cányols, o en l'Olleria, Xàtiva o Castelló de Rugat, donde hay muchas zonas sin limpiar y con un elevado riesgo de incendio.

La competencia en la limpieza y conservación de los cauces es exclusiva de la Confederación Hidrográfica, y solo se autorizan algunas labores de limpieza, sobre todo de las cañas, cuando se asegura su mantenimiento.

Por lo que respecta al resto del entorno forestal rural, la Diputación de Valencia sí que subvenciona la limpieza de parajes. Durante 2018 se han destinado dos millones de euros a subvencionar la adecuación de elementos de la red viaria forestal; la retirada y eliminación de especies invasoras; la recogida de residuos; el mantenimiento de poblaciones forestales o la creación de puntos de reserva de agua para bebederos y otros usos.

Las cañas que consumen agua y propagan incendios

El espectacular desarrollo de la especia invasora «Arundo donax» en los cauces de la Comunitat Valenciana se ha convertido en un problema de primer orden, tanto por su elevado consumo de agua como por su capacidad para obstruir los cauces de los ríos y barrancos en caso de avenida y su carácter altamente inflamable y propagador de las llamas. Las comúnmente denominadas cañas son un problema de primer orden cuando se desencadena un incendio o una avenida de aguas.